EL EQUIPO SOÑADO DE LA ISLA DEL ENCANTO. EL DREAM TEAM BORICUA
- Rafael Herrera Paz
- 10 feb 2022
- 14 Min. de lectura
En Puerto Rico existe una gran pasión por los deportes, tiene un gran nivel en atletismo, son de los mejores del continente en básquetbol, pero sin duda, el béisbol ocupa un lugar importante en su sociedad e identidad. El “Rey de los Deportes” es prácticamente una religión para ellos, y sin duda alguna, es de los países más importantes para la práctica de este deporte, basta saber que tienen 5 jugadores en el Salón de la Fama de las MLB, en ese aspecto son el segundo lugar en Latinoamérica por debajo de Cuba, son de los países que han dado el mayor número de ligamayoristas en la historia, tienen dos campeones de bateo, han llegado dos veces a la final del World Baseball Classic y prácticamente en todas las posiciones tienen un representante que pudiera ser nombrado como el mejor de la historia.

En los años noventa, se juntó una generación de boricuas como pocas veces hemos visto en la historia, tenían gran cantidad de jugadores estelares en todos los equipos de las MLB y en 1995, diez de ellos fueron llamados para jugar juntos y representar a su país en la Serie del Caribe. El béisbol atravesaba por unos de los peores momentos de su historia, meses antes de la Serie del Caribe, los jugadores de las MLB se habían ido a la huelga más importante en la historia del deporte profesional estadounidense.
Comenzó el 12 de agosto de 1994 cuando los jugadores tomaron la decisión de ya no jugar más hasta que se hablara del contrato laboral que comenzaría el siguiente año, entre otras cosas, pedían que se repartían las ganancias generadas por los derechos de transmisión, que únicamente se quedaban los dueños de los equipos. Los beisbolistas no pensaban que la huelga duraría tiempo y que los empresarios del deporte tendrían que doblar las manos por las pérdidas económicas que tenían por no haber juegos, por su parte, los dueños creían que los jugadores se rendirían pronto por no percibir sus salarios por jugar; las dos partes estaban equivocadas y la huelga se alargó hasta el 2 de abril de 1995.
Fue una de las huelgas más devastadoras en la historia del deporte profesional norteamericano, en al plano económico hubo pérdidas millonarias al cancelarse 948 juegos, los play offs, la Serie Mundial y la siguiente temporada debió acortar su calendario. Quizá tuvo peores efectos que los ocasionados por el COVID 19. En lo social, el deporte quedó desacreditado en la sociedad norteamericana y no fue hasta la carrera de Mark McGwire contra Sammy Sosa por el récord de Home Runs, años después, que el interés regresó masivamente al béisbol. En lo deportivo, se cortó el gran paso que llevaba Ken Griffey Jr quien había conectado 40 Home Runs y parecía que buscaría el récord histórico de Roger Maris, le faltaban poco más de 20 con casi dos meses de temporada regular; además los Expos de Montreal tenían el liderato de las MLB, tenían un gran equipo y parecía que serían contendiente para el campeonato; su mejor temporada se acabaría abruptamente y desaparecerían años después.[1]
Justo durante esa huelga, apareció el Dream Team boricua en la Serie del Caribe. En la Liga de Béisbol Profesional de Puerto Rico, los Senadores de San Juan fueron los campeones con un gran equipo encabezados por el ligamayorista Rey Sánchez quien acabó como campeón de bateo; además eran dirigidos por el manager Luis Meléndez que había jugado con los Cardenales de St Louis en los años setenta. Ese 1995 consiguieron el bicampeonato, pero ahora era especial porque la Serie del Caribe se llevaría a cabo en su estadio, el Hiram Bithorn de San Juan, Puerto Rico, uno de los más bonitos de toda Latinoamérica.[2]
Aprovechando la buena situación financiera del equipo y que muchos jugadores estaban necesitados de jugar para mantener su nivel y tener un ingreso económico, los dueños de Senadores decidieron una jugada arriesgada, invitar a los mejores jugadores boricuas de las MLB en ese momento para armar uno de los mejores, o el mejor, equipo de la historia de la Serie del Caribe. A continuación, repasaremos uno por uno los diez jugadores que protagonizaron esta historia:

CARLOS DELGADO: Jugó como receptor en la Serie del Caribe porque el equipo no pudo hacerse de los servicios del legendario cátcher Iván Rodríguez, uno de los mejores en la historia de las MLB. Estaba en sus primeros años como ligamayorista y nadie lo sabía en ese momento, pero se convertiría en uno de los mejores boricuas de la historia. La mayor parte de su carrera la jugó con los Toronto Blue Jays y la finalizó con los New York Mets. Entre sus logros está el liderato en carreras producidas en el 2003 con 145, fue seleccionado a dos Juegos de Estrellas, ganó tres bats de plata, que se le da al mejor bateador de cada posición, constantemente estuvo en la votación por MVP y en un año ganó el “Major League Player of the Year”. Solamente en dos ocasiones jugó en play offs pero sus estadísticas son impresionantes: 0.280 de porcentaje de bateo, 473 Home Runs y 1512 carreras impulsadas. Fue un jugador muy querido por el pueblo boricua y constantemente hacía declaraciones en favor de la soberanía de la isla.[3]
CARMELO MARTÍNEZ: Quizá el menos afamado del Dream Team, jugó la primera base en esa Serie del Caribe y ya para esos años era un jugador veterano y retirado de las MLB tras 9 temporadas; participó con varios equipos pero trascendió más con los San Diego Padres donde quedó sexto en la votación de Novato del Año en 1984.
ROBERTO ALOMAR: Para muchos es el mejor segunda base de la historia y uno de los mejores y más completos peloteros que hayan pisado el diamante. Su carrera la comenzó en los San Diego Padres done pasó tres años y consiguió el quinto lugar en la votación de Novato del Año y consiguió su primer Juego de Estrellas en 1990. Fue cambiado en 1991 a los Toronto Blue Jays donde se convertiría en uno de los mejores de su historia; con ellos, ganó dos Series Mundiales consecutivas, la de 1992 contra los Atlanta Braves y la de 1993 con los Philadelphia Phillies. Además en la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Oakland Athletics, fue seleccionado como Jugador Más Valioso; también se recordará por muchos años la atrapada que hizo en la Serie Mundial de 1993 contra el jugador de Philadelphia Lenny Dykstra al que le robó un hit seguro aventándose por la pelota muy cerca de la línea de foul.
Después de brillar con Toronto, pasó por varios equipos como los Baltimore Orioles donde hizo pareja con el short stop Cal Ripken Jr, jugó con los Cleveland Indians con quien hizo pareja con el gran venezolano Omar Vizquel, quizá una de las combinaciones segunda base/short stop más espectaculares y efectivas de la historia, también estuvo con los New York Mets, Chicago White Sox y Arizona Diamondbacks. En todos sus equipos sorprendió al bésibol con la forma de jugar la segunda base, la seguridad de sus manos, el alcance que tenía y la velocidad y habilidad para tirar a la primera base son únicas.
Roberto Alomar está en el Salón de la Fama de las MLB y en 17 años de carrera consiguió dos Series Mundiales, doce Juegos de Estrellas, diez Guantes de Oro (premio al mejor jugador defensivo de cada posición), cuatro Bats de Plata, en siete ocasiones estuvo en la votación por MVP, tuvo un promedio de .300 de bateo en su carrera, y por supuesto, es uno de los más grandes ídolos en el béisbol latinoamericano. En 1995 llegaba en su mejor momento deportivo y con el cariño del pueblo boricua al demostrar en todo momento el orgullo por su país y también, constantemente hablaba en favor de la soberanía de Puerto Rico.
CARLOS BAERGA: Uno de los jugadores más versátiles en la década de los noventa, jugó tercera base en aquella Serie del Caribe. Brilló por muchos años con los Cleveland Indians con quienes llegó a la Serie Mundial; constantemente comparado con Roberto Alomar, consiguió tres Juegos de Estrellas en su carrera, ganó dos veces el Bat de Plata y en dos ocasiones estuvo en la votación por MVP. Terminó con un promedio de bateo de 0.291 y siempre fue considerado uno de los mejores defensivos de las MLB en sus 14 años de carrera.
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Para 1995 era uno de los mejores jugadores de las MLB y sin duda, estaba en el mejor momento deportivo de su carrera; un bate muy peligroso y un sólido jugador defensivo, para la Serie del Caribe era una de las estrellas boricuas más grandes.
REY SÁNCHEZ: a pesar de ser el campeón bateador en la liga boricua, este Short Stop fue el noveno bate del Dream Team, es decir, el bateador de menor calidad, supuestamente. Jugó 15 años en las MLB, principalmente como segunda base o short stop y su mejor momento lo vivió con los Chicago Cubs. Acabó su carrera con 0.272 de promedio de bateo y siempre fue considerado un gran jugador defensivo, de hecho, aunque no era estelar, su estancia como ligamayorista fue muy valorada como un pelotero que siempre ayudaba a su equipo. Para 1995 llegó a la Serie del Caribe en su mejor momento y con buenos años con los Cubs.
RUBÉN SIERRA: Uno de los bateadores con mayor poder en la historia de las MLB, jugó 20 años con distintos equipos y llegó en una ocasión a la Serie Mundial con los New York Yankees, aunque fueron derrotados por los Florida Marlins. Su mejor momento lo vivió con los Texas Rangers con quienes quedó en sexto lugar por el Novato del Año en 1986. Al final de su carrera fue seleccionado cuatro veces al Juego de Estrellas, ganó el Derby de Home Runs en una ocasión, tiene un Bat de Plata y su promedio fue de 0.268 y 306 Home Runs. Sin duda, su mejor año fue en 1989 cuando terminó como líder en carreras producidas con 119, líder de triples con 14, tuvo el mejor Sluggin de las MLB y acabó segundo en la votación del MVP, por detrás de Kevin Yount de la Liga Americana. Para 1995 llegó como un jugador consolidado y estelar en las MLB.
BERNIE WILLIAMS:
EL jardinero central del Dream Team fue el jugador con el mayor número de campeonatos en las MLB, esto porque fue pieza clave en la última gran dinastía del Béisbol, los New York Yankees de Joe Torre. Con ellos llegó a la Serie Mundial en seis ocasiones y la ganó cuatro veces; en el 96 contra Atlanta, 98 contra San Diego, 99 contra Atlanta nuevamente y 2000 contra los Mets. Además fue el Jugador Más Valioso en la Serie del Campeonato de 1996 contra Baltimore Orioles y en 1997 hizo historia para Puerto Rico al convertirse en el segundo campeón bateador de su historia junto a Roberto Clemente.
Bernie Williams fue un jugador muy completo que si bien podía tener buen promedio de bateo, también podía dar Home Runs, impulsar carreras y en el jardín era muy seguro y siempre elevaba su nivel en los partidos más importantes. Para la afición de los Yankees era un gran ídolo y era uno de los imprescindibles en el equipo de Joe Torre, siempre en las posiciones más importantes en la alineación y lo más importante, siempre jugó con los “Bombarderos del Bronx”.
En sus 16 años de carrera fue a cinco Juegos de Estrellas, ganó cuatro veces el Guante de Oro, ganó en una ocasión el Bat de Plata, además de sus títulos de Serie Mundial y su campeonato de bateo. En seis ocasiones estuvo en la votación de MVP y terminó con un promedio de 0.297 de bateo, 287 Home Runs y 1257 carreras impulsadas, esperando que algún día se le haga justicia y lo seleccionen al Salón de la Fama.
En 1995 llegó con un gran nivel a la Serie del Caribe, aunque su punto más alto lo consiguió en los años siguientes. También es uno de los grandes ídolos del béisbol boricua.

JUAN “IGOR” GONZÁLEZ:
No solamente es uno de los beisbolistas más grandes en Puerto Rico y Latinoamérica, es uno de los mejores peloteros en la historia de los Texas Rangers. Este poderoso jardinero, llegó a las MLB en 1989 y a los pocos años de carrera fue el campeón de Home Runs de la Liga Americana, fue en 1992 con 43 cuadrangulares, repitió el año siguiente ahora con 46. También fue líder en carreras impulsadas en 1998 con 157.
Aunque nunca tuvo la oportunidad en estar en un equipo ganador, “Igor”, como le llamaban de cariño, asistió en tres ocasiones al Juego de Estrellas, ganó un Derby de Home Runs, ganó seis Bats de Plata y fue nombrado dos veces como el MVP de la Liga Americana, una en 1996 con los Texas Rangers, y la otra en 1998. Tras 17 años de carrera, González acabó con un promedio de bateo de 0.295, 434 Home Runs y 1404 carreras impulsadas. Para 1995 llegó a la Serie del Caribe como uno de los mejores peloteros boricuas, y uno de los más encumbrados en las MLB. Del Dram Team, es el único que fue seleccionado como MVP en las Ligas Mayores de Béisbol y que fue campeón de Home Runs.
EDGAR MARTÍNEZ:
Aunque nació en Nueva York, es de sangre boricua y siempre ha expresado un gran orgullo por su origen, este gran jugador es considerado como uno de los mejores, o el mejor Bateador Designado en la historia de la Liga Americana. Toda su carrera la pasó con los Seattle Mariners y se especializó en esta posición que únicamente es dedicado a batear, aunque cuando entraba al campo a fildear lo hacía en la tercera base.
Es uno de los mejores jugadores en la historia de los Seattle Mariners, equipo con el que pasó toda su carrera y de este Dream Team, es el único, junto a Roberto Alomar, en ingresar al Salón de la Fama. Un bateador peligroso y oportuno, con poder pero también capaz de batear hacia la banda contraria y con gran visión, es considerado uno de los mejores bateadores de los últimos años. Aunuqe en las estadísticas aparece como estadounidense, realmente es el tercer boricua en ser campeón de bateo y lo hizo en dos ocasiones, una en 1992 con 0.343 y la otra en 1995 con un sorprendente 0.356. También lideró a la liga en carreras anotadas en 1995 con 121 y en carreras impulsadas en el 2000 con 145.
En 18 años de carrera llegó en 7 ocasiones al Juego de Estrellas, ganó 5 Bates de Plata y los dos títulos de bateo ya mencionados, cinco veces entró a la votación del MVP y en 1995 su mejor año, quedó en tercero detrás de Mo Vaughn y Albert Belle. Es interesante el debate, porque para muchos, no le dieron el MVP por tratarse de un Bateador Designado y no un jugador de campo. Aún así, cómo dijimos, es miembro del Salón de la Fama. Sus estadísticas son sorprendentes con promedio de bateo de 0.312, 309 Home Runs y 1261 carreras impulsadas.
En 1995 llegó en su mejor nivel que dejó ver en la Serie del Caribe y en la temporada regular de las MLB. Él complementaba perfectamente la temible alineación que tenían los Senadores de San Juan para la Serie del Caribe.
Ese es el Dream Team boricua que, si bien en su cuerpo de lanzadores no tenían jugadores estelares de las MLB, tenían gran calidad, en especial los pitchers Ricky Bones, Doug Brocail y Roberto Hernández que salvó 326 juegos en su carrera como ligamayorista y en 17 años de carrera fue seleccionado en dos ocasiones al Juego de Estrellas.
Antes de su primer partido, su manager Meléndez les dijo: “Muchachos, tenemos un gran equipo. Simplemente me voy a sentar en esta banca para disfrutarlo. Ustedes saben qué hacer”.[4] Así como les dijo su dirigente, sentémonos a disfrutar de este equipo.

En el primer encuentro enfrentaron al sólido equipo mexicano de Naranjeros de Hermosillo. Si bien no estaban plagados de estrellas ligamayoristas, los sonorenses tenían un equipo muy fuerte con jugadores estelares de la Liga Mexicana del Pacífico. Ese año consiguieron el tercer bicampeonato de la historia; la final de la LMP la barrieron a sus odiados rivales Tomateros de Culiacán y se ganaron el derecho de viajar a Puerto Rico para enfrentar al Dream Team.
Los jugadores más destacados de Naranjeros eran Miguel Flores en la segunda base, José “Borrego” Sandoval en las paradas cortas, Matt Franco el Bateador Designado, Luis “Rayo” Arredondo en el jardín junto a Cornelio García y el receptor Noé Muñóz. Su lanzador más destacado era Antonio el “Cañón” Osuna.[5]
Sorprendentemente los mexicanos se fueron al frente en el marcador por 4 carreras a 0; el público en las tribunas no lo podía creer cuando llegó Roberto Alomar y conectó un Home Run de tres carreras que acercó a los Senadores y a partir de ahí la ofensiva boricua fue incontenible destacando “Igor” González y Carlos Delgado que conectó el Home Run que les daría el triunfo, al final el marcador fue un 6 a 5 para los puertorriqueños, pero para los mexicanos fue un resultado muy digno.
El segundo encuentro fue contra los Leones del Caracas, representantes de Venezuela que en el papel eran el equipo más débil del torneo; sin embargo, sorprendieron con uno de los juegos más dramáticos de la Serie. El partido llegó a los extra innings con una pobre ofensiva boricua, pero en la décima entrada el lanzador venezolano lleno la casa con Carlos Delgado bateando y le dio base por bolas para que entrara la carrera de la victoria de “caballito”, como se dice en el béisbol cuando un equipo anota gracias a una base por bolas.
La explosión brutal fue en el tercer partido contra el equipo que, en teoría, era el más complicado, los Azucareros del Este de República Dominicana que tenían un cuerpo de lanzadores muy fuerte encabezados por el histórico José Rijo quien había brillado al inicio de la década con los Cincinnati Reds, el joven Pedro Martínez que años después se convirtió en el mejor pitcher de las MLB y hoy está en el Salón de la Fama, y Pedro Astacio que tuvo 15 temporadas sólidas en las Ligas Mayores. La ofensiva boricua había pasado ciertas dificultades los primeros partidos por lo que el manager dominicano envió a Pedro Martínez a la loma, quien apenas duró unas entradas por la brutalidad del bateo de Senadores; ese día ganaron ¡16 a 0! Roberto Alomar fue implacable y dio 5 hits en 6 turnos, mientras que su compañero Edgar Martínez dio 3 hits en 6 oportunidades; Rubén Sierra los siguió con dos hits en 4 turnos y Carmelo Martínez dio Home Run, en total, el Dream Team bateó ¡17 hits en el encuentro! Por fin, el público atestiguaba la maquinaria bateadora que se prometió al inicio y mejor aún, contra su odiado rival República Dominicana.
El siguiente partido fue la revancha contra los Naranjeros de Hermosillo y fue muy distinto al primer partido; los boricuas vencieron 6 carreas a 1 a los mexicanos encabezados por Roberto Alomar quien haría historia ese partido al llegar a 7 hits consecutivos y romper el récord de Ken Griffey padre; uno de eso hits fue Home Run. Lo siguió Bernie Williams con tres imparables, entre ellos un Home Run, y tanto “Igor” González como Edgar Martínez completaron a sus compañeros con dos hits cada uno. El Dream Team había despertado y la siguiente víctima fue Venezuela en la revancha que recibió 16 hits de los boricuas; los Senadores ganaron 9 a 4, la ofensiva fue encabezada por “Igor” González y Rubén Sierra que dieron Home Runs, pero también brillaron Carlos Baerga que dio tres hits en tres oportunidades, Edgar Martínez y Roberto Alomar completaron la ofensiva.
El último partido sería una especie de final contra la República Dominicana que marchaba en segundo lugar del torneo con 4 ganados, mientras que Senadores lideraba con 5 victorias. El manager dominicano decidió mandar a su mejor y más experimentado lanzador José Rijo para intentar detener la ofensiva boricua, pero fue imposible, duró apenas unas entradas e inclusive al final del juego declaró: “buscaba un descanso en la ofensiva boricua, pero aquí todos batean”. El Dream Team ganó 9 carreras a 3 para proclamarse campeones. Ese día brilló Bernie williams con dos Home Runs, “Igor” González con otro Home Run, Rey Sánchez con tres hits en tres turnos, y tanto Edgar Martínez como Roberto Alomar, dieron otro par de hits; en total batearon 14 imparables ese día.[6]

Además del campeonato, individualmente también mostraron un dominio impresionante, el campeón de bateo fue Roberto Alomar con un impresionante 0.560, Bernie Williams campeón de Home Runs con 3, campeón de carreras impulsadas Roberto Alomar con 10, y el lanzador más ganador fue Ricky Bones con 2. El Jugador Más Valioso de la Serie del Caribe fue Roberto Alomar. Otra cifra impresionante fue que quedaron invictos en seis juegos y anotaron 49 carreras por solo 15 que recibieron.[7]
Ese Dream Team hizo historia en muchos sentidos, para Puerto Rico es un orgullo enorme el haber tenido ese gran equipo y haberlos visto jugar en su tierra, nos quedan varias preguntas ¿Qué pasaría con la Serie del Caribe si todos los países intentaran armar su Dream Team? ¿Hasta dónde hubiera llegado ese mismo equipo de haber existido el World Baseball Classic? Al menos en lo referente a la segunda pregunta, nos quedaremos con la duda para siempre, sin embargo, podemos decir que a los que amamos al “Rey de los Deportes” nos queda el agradecimiento a los Senadores de San Juan que nos permitieron ver a un equipo con esa calidad en un diamante latinoamericano.
[1] https://www.septimaentrada.com/mlb/mlb-historia-huelga-paro-laboral-temporada-1994-1995. Consultada el 2/feb/2022. [2] https://www.wikiwand.com/en/Senadores_de_San_Juan#/google_vignette. Consultada el 3/feb/2022 [3] https://www.baseball-reference.com/players/d/delgaca01.shtml. Consultada el 3/feb/2022. Todas las estadísticas de los jugadores, fueron consultadas en esta fuente. [4] https://www.purobeisbol.mx/mb/el-historico-dream-team-boricua/. Consultada el 3/feb/2022. [5] https://www.historiadehermosillo.com/htdocs/BASEBALLMEXPAC/1994-1995.htm. Consultada el 3/feb/2022. [6] https://www.youtube.com/watch?v=WGoGryqcel8. Consultada el 3/feb/2022. Aquí se muestra un documental muy completo con las mejores jugadas del Dream Team. [7] https://www.wikiwand.com/en/1995_Caribbean_Series#/google_vignette. Consultada el 3/feb/2022.
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