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SEATTLE MARINERS. LA ETERNA BÚSQUEDA DE UNA SERIE MUNDIAL

A pesar de contar en sus filas con grandes jugadores, los Mariners solamente han llegado en cuatro ocasiones al play off, son el único equipo de la ciudad que nunca ha ganado un campeonato, y de hecho, jamás han llegado a la Serie Mundial. Un equipo que por épocas es muy competitivo pero que por falta de talento o de fortuna, no han ganado nada importante en su historia. Han tenido jugadores históricos como Ken Griffey Jr., Ichiro Suzuki, Randy Johnson, Alex Rodríguez y Edgar Martínez, que han dejado huella en las MLB y sin duda, son grandes referentes para Mariners y para la ciudad de Seattle. A continuación, revisaremos su historia y su impacto en la sociedad de la ciudad.



Aparecieron en 1977 con el manager Darrell Johnson, justo un año después del surgimiento de los Seahawks en la NFL. La ciudad estaba atravesando cierta bonanza económica con el surgimiento o traslado de grandes compañías en esa zona, aunque a la par, había mucha desigualdad social e injusticia contra las minorías; Seattle se percibía aún muy lejos del resto de Estados Unidos aunque culturalmente es muy importante por los músicos que han nacido en el lugar como Jimmy Hendricks o algunos exponentes del Jazz. Cuando nacieron los Mariners, ya tenían equipos en las ligas más importantes de Estados Unidos como los Supersonics en la NBA y los mencionados Seahawks en la NFL, el béisbol fue el último deporte profesional en llegar a Seattle. Todas las ligas estaban expandiéndose y el noroeste de Estados Unidos se estaba convirtiendo en una zona muy atractiva por su crecimiento económico y demográfico.


El primer año fue muy difícil y apenas lograron 64 victorias por 98 derrotas; su mejor jugador fue Ruppert Jones que llegó al Juego de Estrellas y también militó con ellos el mexicano Carlos López. Sus primeras temporadas fueron tan difíciles que en 1981 fueron uno de los peores equipos en la historia de las MLB cuando apenas consiguieron 44 victorias. En la década de los ochenta no tuvieron ninguna temporada ganadora pero llegaron jugadores que serían legendarios para ellos; primero llegó el lanzador Mark Langston quien jugó desde 1984 hasta 1989 para ellos y es uno de los mejores pichers en su historia; en 1987 llegó el boricua Edgar Martínez quien está en el Salón de la Fama y es de los mejores bateadores en la historia de las MLB, él jugó hasta el 2004 con Mariners; en 1989 llegaron dos super estrellas, el lanzador Randy Johnson proveniente de los Montreal Expos, actualmente miembro del Salón de la Fama, ganó cinco veces el premio Cy Young, que se otorga al mejor lanzador, fue en diez ocasiones al Juego de Estrellas, y obtuvo la Triple Corona en el 2002 jugando para los Arizona Diamondbacks. También llegó ese año Ken Griffey Jr., quien quedó como el tercer lugar en la votación de Novato del Año, también está en el Salón de la Fama, fue MVP en 1997, asistió en 13 ocasiones al Juego de Estrellas, ganó en tres ocasiones el Home Run Derby, en diez ocasiones fue Guante de Oro, en siete ocasiones fue Silver Slugger, fue Jugador del Año y quizá sea uno de los jugadores más espectaculares en la historia de las MLB; durante sus años de carrera nos regaló grandes Home Runs y jugadas increíbles en el jardín central donde nunca dudó en estrellase contra la barda buscando atrapar un batazo de los rivales; quizá Ken Griffey Jr., es el mejor beisbolista que ha pasado por los Mariners.


El 31 de agosto de 1990 el público de Seattle presenció una historia irrepetible, por primera vez en las MLB, padre e hijo jugaron juntos un partido oficial. Fueron Ken Griffey Sr y Ken Griffey Jr quienes escribieron esta anécdota. No sería la única ni la más importante, el 14 de septiembre de ese año jugando en el Anaheim Stadium contra los Angels, dieron Home Runs “espalda con espalda”, es decir, batearon cuadrangular uno tras otro; primero fue el papá Ken Griffey conectando gran batazo por el jardín central, inmediatamente después, en el turno siguiente, su hijo lo emuló con batazo por el jardín izquierdo en un hecho que es muy probable jamás lo veamos de nuevo.



Fue hasta 1991 que los Mariners lograron su primer temporada ganadora en su historia, tenían grandes jugadores que construyeron un equipo muy sólido durante esa década; destacaban además de los ya mencionados Griffey Jr., Martínez y Johnson, jugadores como Harold Reynolds, Omar Vizquel, Jay Buhner, Tino Martínez y Rich Amaral. No lograron llegar a los play offs, pero comenzaron a ser muy atractivos para el público en Seattle. Después de esa temporada entraron en una “montaña rusa” pero Ken Griffey Jr. era un imán para los aficionados; sin duda era el mejor jugador de las MLB y tenían un paso jonronero que hacía pensar podría romper todos los récords en ese rubro. Se convirtió en la “cara” de las Ligas Mayores, tanto mediática como deportivamente, había cualquier cantidad de productos con su nombre y hasta video juegos; Mariners no era muy atractivo, pero Ken Griffey Jr sí.


En 1995 los Mariners protagonizaron una de las historias más espectaculares y emotivas en la historia del deporte norteamericano. Eran dirigidos por el manager más ganador de su existencia, Lou Piniella, además se reforzaron con jugadores como Joey Cora, Luis Sojo y el joven estelar Alex Rodríguez. Tuvieron una temporada de altibajos y al final del año llegaron con ventaja para ser campeones de la división y al fin llegar al play off, sin embargo, una mala serie contra los Texas Rangers provocó que los Anaheim Angels los empataran en la cima de la división por lo que debieron jugar un desempate en el Kingdome de Seattle. Ahí fue cuando la frase “Refuse to lose” apareció en las tribunas, ese partido fueron contundentes en el bateo y derrotaron a su ex lanzador Mark Langston por 9 carreras a 1. Randy Johnson sacó el último out y provocó que los aficionados invadieran el diamante para celebrar con sus jugadores, esa ha sido la última vez en la historia de las MLB que se ha dado tal suceso; la celebración siguió a las calles y no era para menos, por primera vez verían a sus Mariners en play offs.


Enfrentaron a los New York Yankees en la Serie Divisional y rápidamente se fueron dos juegos abajo tras sus derrotas en el Yankee Stadium, por cierto, el segundo partido se fue a 15 entradas. La serie viajó a Seattle y su público los esperaba ansiosos con sus letreros de “Refuse to Lose”, los Mariners respondieron y ganaron dos juegos consecutivos para llevar la serie al quinto y último partido. En la octava entrada los Yankees ganaban 4 a 2, pero los Mariners lograron anotar par de carrera para provocar que el juego se fuera a extra innings nuevamente; en la onceaba New York anotó nuevamente para ponerse a tres outs de ganar la serie con Jack McDowell en la lomita, pero inmediatamente Cora se puso en base y Griffey lo siguió con otro imparable. El legendario Edgar Martínez tomó turno y dio un batazo al fondo del jardín izquierdo impulsando a Cora para el empate y Griffey voló por las almohadillas para lograr el triunfo. Quizá ese fue el momento más importante en la historia del Kingdome y de la organización de Mariners que veía a su equipo llegar a la serie final de la Liga Americana de una manera sumamente dramática. Fueron frenados por los Cleveland Indians en la antesala de la Serie Mundial en una serie muy dramática también que aunque no ganaron, dejaron una huella imborrable en su ciudad; inclusive esos años fue cuando los Supersonics construyeron otro gran equipo en la NBA, fueron años muy buenos para el deporte en Seattle.


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En 1997 regresaron a los play offs, pero fueron derrotados inmediatamente por los Baltimore Orioles, dos años después sufrieron la pérdida de Ken Griffey Jr. quien se fue a los Cincinnati Reds y parecía que su gran época había terminado, sin embargo, llegaron buenos jugadores como John Olerud, Paul Sorrento, Rickey Henderson, Mike Cameron, Stan Javier, Raúl Ibáñez y Al Martin. En el 2000 estos jugadores llevaron al equipo a play off y derrotaron a los Chicago White Sox en la Serie Divisional, pero fueron vencidos por los New York Yankees en la Serie final. Estaba todo preparado para la temporada del 2001 que fue histórica.


En el inicio del siglo, todas las miradas del béisbol y del deporte estadounidense se volcaron hacia Seattle, desde Japón llegó uno de los mejores y más completos jugadores en la historia del deporte, Ichiro Suzuki. Tenía 27 años cuando debutó en las MLB debido a una regla de la liga japonesa que no los deja salir antes para garantizar su producción de jugadores, a pesar de eso, Ichiro tuvo una carrera de casi 20 años en las ligas mayores y se estableció como uno de los mejores de la historia. Es importante que fuera japonés, debido a la numerosa población de origen asiático que vive en Seattle, además fomentó el turismo desde aquel país que querían ver a su beisbolista estrella brillando en los Estados Unidos. Ese año de debut, Ichiro ganó el Novato del Año, el Jugador Más Valioso, el Guante de Oro, el Bat de Plata, fue nombrado para el Juego de Estellas y además fue el campeón bateador, el líder en hits y en bases robadas, un auténtico fenómeno del béisbol, que no solo hacía gala de habilidad sino de inteligencia para jugar. Al final de su carrera, Ichiro se retiró a los 45 años y dejó una gran huella, ganó en diez ocasiones el Guante de Oro, en tres ocasiones el Bat de Plata, dos veces fue el campeón bateador y se espera que muy pronto sea nombrado para el Salón de la Fama.



Desde dos años atrás, los Mariners habían abandonado al Kingdome que fue demolido en el 2000 y su nuevo hogar fue el Safeco Field, hoy conocido como T – Mobile Park; un estadio espectacular que fue testigo de este equipo liderado por Ichiro Suzuki. De manera sorpresiva, los Seattle Mariners hicieron una temporada regular espectacular, lograron 116 victorias, que junto con la temporada de los Chicago Cubs en 1906, son las más ganadoras en la historia de las MLB.[1] Así es, los Mariners tienen el mayor número de victorias en la historia en una temporada regular. En play off derrotaron a los Cleveland Indians y la final de la americana fue contra los New York Yankees y ahí la magia se terminó, los “mulos de Manhattan” los vencieron 4 juegos a 1 y la mejor temporada de la historia se acabó antes de la Serie Mundial.

Aunque han tenido temporadas ganadoras, jamás han regresado al play off después de ese año del 2001. Han tenido múltiples cambios de managers y jugadores, y aunque han tenido temporadas muy competitivas, la realidad es que han sido proyectos sin consolidarse. Aún así, siguen siendo aficionados que desbordan apasionadamente el amor hacia su equipo y que han visto tanto en el Kingdome como en el Safeco, jugadores que han realizado hazañas increíbles. ¿Podrán llegar algún día a la Serie Mundial? ¿Lograrán ser campeones como los Supersonics y los Seahawks? Lo sabremos muy pronto… quizá.



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