SEATTLE: CUNA DE LA CONTRACULTURA NORTEAMERICANA
- Rafael Herrera Paz
- 31 mar 2022
- 9 Min. de lectura
Seattle comienza su historia a mediados del siglo XIX cuando Arthur Denny guio una exploración de estadounidenses hacia el noroeste de lo que hoy es Estados Unidos, muy cercano a las costas del Océano Pacífico. Fue impulsado por una ley en el Estado de Oregon llamada “Donation Land Claim”, que ofrecía una porción de 1300 metros cuadrados a los ciudadanos blancos, varones y mayores de 18 años que quisieran poblar esos territorios federales.[1] En ese lugar se encontraron con dos tribus indias: Suquamish y Duwamish.

El jefe de las dos tribus era Seattle, que en algunas fuentes aparece como Ce Acatl que en náhuatl significa “Caña Sola”; si esta versión resultara verdadera habría que reflexionar cómo llegó el náhuatl hasta esas regiones del mundo. Siguiendo con el Jefe Seattle, él fue un gran guerrero que sabía que había que acercarse con los colonizadores para salvar a su pueblo y así como otros jefes indios se vio obligado a firmar un tratado con el “hombre blanco”, y así lo hizo el 22 de enero de 1855 cuando firmó el Tratado de Point Elliot donde se comprometía a ceder los territorios al gobierno de Estados Unidos a cambio que los dejaran pasar libremente a venerar a sus muertos.[2] Ese mismo año, el Jefe Seattle escribió una carta el Presidente de Estados Unidos donde le expuso sus preocupaciones sobre los cambios que estaban sucediendo en el mundo y a su vez, profetizaba las catástrofes que vendrían si no se respetaba a la naturaleza. Ese documento hoy es una auténtica joya del ambientalismo y hacemos la invitación a que la lean.[3] El Jefe Seattle falleció en la reservación que le fue otorgada en el año de 1866 y en honor a él y bajo la sugerencia del colonizador David Maynard, fue que a la ciudad se le nombró Seattle.
Por cuestión geográfica, es decir, por estar bastante alejada de los otros Estados de la Unión Americana, Seattle se mantuvo al margen de la Guerra de Secesión y de otros procesos históricos. Sin embargo, todo se pudo haber terminado el 6 de junio de 1889, cuando un joven carpintero llamado Jon Back tuvo un accidente cuando calentaba pegamento y provocó un feroz incendio en el centro de la ciudad; al ser una zona dependiente de la madera, todos los edificios y calles estaban construidos con este material, de tal manera que el fuego se propagó violentamente destruyendo todo a su paso. El agua estaba privatizada y pertenecía a tres compañías que no tenían el abasto necesario ni la presión suficiente para que los bomberos pudieran trabajar, así que debieron ir hasta el río Puget Sound pero el recorrido era tan complicado que no lograron apagar el incendio a tiempo y veinticinco cuadras del distrito central se hicieron cenizas.[4] A partir de ese momento, se dispuso que las casas se construyeran de ladrillo y piedra y la vieja ciudad quemada de madera quedó debajo de las nuevas construcciones, por lo que tenemos en Seattle actualmente una ciudad subterránea que es testigo y evidencia de aquel fatal suceso.
Fue hasta 1896 que los norteamericanos se fijaron en esa ciudad por la “fiebre del oro del Yukón”. De la misma manera que hicieron en California, los estadounidenses crearon el mito que había oro en abundancia en esa zona. Quizá no lo hubo en las cantidades que se pensaban, pero toda la migración que iba hacia Alaska y el Yukón sirvió para que los citadinos de Seattle pudieran amasar cierta riqueza ofreciendo ropa, alimento y transporte para los mineros. De esa manera, construyeron el Pike Place Market en 1907 que se trata de un mercado público de agricultores; hoy ese mercado sigue en funcionamiento y es uno de los más sobresalientes de todo Estados Unidos.[5] Además es un símbolo de la ciudad y uno de los principales atractivos turísticos.
En 1919 la ciudad de Seattle dio su primera muestra de rebeldía durante el 6 y el 11 de febrero que se llamó a una huelga general. Impulsados por el ejemplo bolchevique de la Revolución Rusa, los trabajadores portuarios exigían que se acabara el control del gobierno en las embarcaciones y además mejoras en su salario; ese control se estableció so pretexto de la Primera Guerra Mundial pero para los comerciantes representaba cuantiosas pérdidas monetarias. Desde 1915 los sindicatos tuvieron gran auge en Seattle y entre ese año y 1918 aumentó 400% la afiliación sindical; además tuvieron gran simpatía por la Revolución Bolchevique de 1917, tanto que se negaron a cargar armas a los barcos que las llevarían al Ejército Blanco, es decir, armas destinadas a la contrarrevolución.[6]
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En la Huelga General de Seattle participaron miembros anarquistas de la IWW (Industrial Workers of the World) y de la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL) de filiación socialista. Inmediatamente el gobierno militarizó la ciudad; más de 2500 policías y mil marinos fueron movilizados a Seattle para reprimir la huelga; al final lo lograron y todo acabó con cientos de arrestos de obreros y el retorno a los puestos de trabajo. Aún así, la huelga dejó una gran huella en la ciudad, por un lado, la sociedad se solidarizó con los huelguistas y organizaban grupos para distribuir comida entre los obreros; por otro lado, el gobierno de Estados Unidos actuó por primera vez de manera violenta contra el movimiento obrero, con el temor de una revolución bolchevique y distintas asociaciones como la IWW se puso en la mira de la CIA y del FBI. Seattle marcó la política interna estadounidense que se fortalecería años después durante la Guerra Fría.
La crisis económica de 1929 afectó a la ciudad de distintas maneras y como en muchos casos, la Gran Depresión sacó lo peor de la sociedad, en este caso el racismo contra la población de origen asiático que fue culpada, sin fundamento, de provocar la crisis económica. Muchos perdieron sus hogares, negocios y trabajos y el resentimiento duró por muchos años; también las mujeres fueron afectadas en sus centros laborales, lo que provocó un movimiento feminista que buscaba igualdad de oportunidades y el reconocimiento por su labor en la sociedad; crearon las publicaciones “Working Woman” y “Woman Today” para difundir sus ideales.
En mayo de 1934 otra muestra de rebeldía en Seattle, pero ahora eran trabajadores porturarios de toda la Costa Oeste en un movimiento conocido como “La Huelga de los Estibadores de la Costa Oeste”, que abarcó las ciudades de San Francisco, Oakland y Seattle, entre otras. Pedían mejores condiciones laborales y beneficios comerciales y en mayo llamaron a un paro de labores. La policía respondió represivamente y dejó huelguistas muertos en las tres ciudades, así como en San Pedro, California y Portland, Oregon; lo que provocó que se intensificaran las acciones de los trabajadores. AL final, intervino la Guardia Nacional y acabaron con la huelga. En represalia a las ciudades rebeldes, se ordenó que la mayor parte del comercio se llevara a Los Ángeles, lo que provocó, junto a la crisis económica de 1929, que la ciudad de Seattle tuviera una fuerte caída económica. Apenas en la primera mitad del siglo XX, en Seattle ya habían pasado dos grandes huelgas obreras y un movimiento feminista, sin duda, desde entonces se posicionó como una ciudad rebelde y cuna de la contracultura norteamericana.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad tuvo un auge económico, entre otras cosas por la producción de aviones Boeing que se construían ahí e iban directamente a la Guerra del Pacífico contra Japón. Sin embargo, se dio una situación dramática contra la población con ascendencia asiática, esto porque tras el ataque nipón contra Pearl Harbor, se dieron actos de racismo contra japoneses y asiáticos radicados en Estados Unidos, les quitaron sus propiedades y los “internaron” en campamentos por ser considerados enemigos de la nación. La población de Seattle tiene un gran porcentaje de asiáticos así que el acoso en contra de ellos fue masivo en la “Ciudad Esmeralda”. De nueva cuenta, los ciudadanos originarios de Asia fueron agredidos.

Tras la Guerra, la prosperidad de Seattle seguía dependiendo del Boeing que ahora se producía para fines comerciales. A partir de entonces, la economía de la ciudad fue en un constante “sube y baja” que podemos ver hasta el día de hoy. Esa situación de prosperidad y estancamiento económico ha provocado una gran brecha social en la ciudad, un ejemplo de ello es la década de los sesenta; por un lado, el gobierno organizó la “Feria Internacional de Seattle” en 1962 para impulsar la economía, y por ese evento se creó el gran símbolo de la ciudad, la “Space Needle” o “Aguja Espacial”. Se inspiraron en la torre de Stuttgart, Alemania, y mide 184 metros de altura por lo que es visible en toda la ciudad y desde ahí se puede observar cada rincón de Seattle, hoy es el centro turístico y comercial más famoso de la ciudad.
Por otro lado, en los sesenta el racismo también se dirigió contra la comunidad afroamericana y se abrió una sucursal del Black Panther Party. Quienes tomaron mayor relevancia para las Panteras Negras en Seattle fueron las mujeres, su impulso fue fundamental para la publicación y difusión de su periódico, y para el programa de desayunos gratuitos que daban a las personas más necesitadas. ¿Qué tan valientes y aguerridas fueron estas mujeres? La muestra la dio Frances Dixon cuando recibió una llamada anónima amenazándola con matar a su hijo; ella respondió: “Ok, inténtalo”.[7] Si bien en Seattle el Black Panther Party no tuvo la misma fama que en otras ciudades, la realidad es que fue una sucursal muy importante y que impulsó más la rebeldía de la ciudad.
En esta diferencia tan fuerte entre clases sociales que se vivía en Seattle, teníamos el racismo, la desigualdad y la pobreza, por un lado, y por el otro el auge económico de ciertas empresas que hoy dominan el mundo, como la cafetera “Starbucks” que fue creada en la ciudad en 1971 y hoy es una de las industrias más fuertes del mundo. A lo largo de los años hemos visto que otras empresas han surgido o se han establecido en Seattle y hoy son monstruos mundiales como Amazon, Costco, Nintendo, T-Mobile, Zymo Genetics, entre otras; a partir de la década de los setenta fue que comenzaron a llegar y a aparecer estas industrias.
En cuestión cultural, Seattle tiene gran relevancia en Estados Unidos, ahí nació el que, para muchos, es el mejor guitarrista de la historia: Jimmy Hendrix, lo que representa un gran orgullo para la ciudad, inclusive tiene un museo que es visitado por todos los turistas que llegan al rumbo. Pero no solamente eso, en los años noventa, Seattle fue el centro del mundo del rock al ser considerada la cuna del “Grunge”. De ahí surgió Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, entre otros; lo que hizo de la ciudad un auténtico bastión de la contracultura en la década de los noventa, hasta que…

A finales de 1999 llegó la Organización Mundial del Comercio a Seattle y con ellos más de 50 mil manifestantes que se oponían no solo a la reunión de la OMC, sino al sistema neoliberal en general. Burlonamente les llamaron “globalifóbicos”, pero realmente eran grupos que exigían el fin a las políticas que imponía el Fondo Monetario Internacional, la OMC y el Banco Mundial porque habían traicionado la libertad de comercio y solamente fomentaban la explotación laboral y ambiental de las grandes transnacionales. Los manifestantes se habían inspirado en la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que dirigía el Subcomandante Marcos desde el estado mexicano de Chiapas.
Los manifestantes cercaron el Hotel Sheraton para que los representantes de la OMC no pudieran llevar a cabo la reunión. La policía no se hizo esperar y con tanquetas y balas de goma comenzaron una auténtica lucha campal contra ellos. “La Batalla de Seattle” duró del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 1999 y que ponía punto final al convulsionado Siglo XX. El arte urbano, la contracultura expresada en la música, en los skates o graffitis, aparecieron por toda la ciudad, dándose por un lado un ambiente de fiesta, mientras que por otro la violencia y los choques contra la policía eran “a muerte”. Al final, el reporte fue de varios detenidos y millones de pérdidas materiales, entre las que se cuentan, los destrozos contra el Starbucks original.[8] El aire rebelde de la ciudad se plasmó en películas y algunas series televisivas como “Dark Angel”.
Deportivamente la ciudad tenía tres equipos en las ligas más importantes de los Estados Unidos, pero salvo los Supersonics que en 1979 se proclamó campeón de la NBA, ninguno había obtenido ningún título. Los Marineros de Seattle en el béisbol han tenido grandes figuras como Ken Griffey Jr o Ichiro Suzuki, pero el equipo no camina muy lejos en los play offs. Los Sonics de Seattle, además del campeonato del 79, tuvieron un gran equipo en 1996 con figuras como Shawn Kemp y Gary Payton, pero perdieron la final contra uno de los mejores equipos de la historia: los Chicago Bulls de Michael Jordan, Scottie Pippen y Dennis Rodman. En lo que se refiere a la NFL, los Seahawks solamente han llegado en tres ocasiones al Super Bowl, la primera fue la polémica derrota contra los Pittsburgh Steelers en 1995, luego su gran victoria contra los Denver Broncos y la última la dramática derrota contra los New England Patriots en los últimos segundos del partido. En los siguientes capítulos, revisaremos la historia de sus equipos y el impacto que tiene en la sociedad de Seattle.
[1] https://www.historylink.org/file/9501#:~:text=The%20Donation%20Land%20Claim%20Act%20spurred%20a%20huge%20migration%20into,or%20before%20December%201%2C%201850. Consultada el 4/sept./2021. [2] http://platea.pntic.mec.es/dgarciac/c0708/0708_octavillas/tif1u07_indioSeattle.pdf. Consultada el 4/sept./2021. [3] http://s01.s3c.es/imag/_v2/documentos/indio-zapatero.pdf. Aquí el texto completo. [4] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43396357. Consultada el 22/marzo/2022. [5] https://www.mercasa.es/media/publicaciones/253/Pike_Place_Market_un_mercado_de_mercados_en_Seattle_la_ciudad_de_la_lluvia.pdf. Consultada el 4/septiembre/2021. [6] https://hmong.es/wiki/Seattle_General_Strike#:~:text=La%20huelga%20general%20de%20Seattle,de%20dos%20a%C3%B1os%20de%20salario. Consultada el 22/marzo/2022. [7] https://crosscut.com/culture/2020/02/new-documentary-gives-voice-women-seattles-black-panther-party. Consultada el 22/marzo/2022. [8] ROMÁN, Javier Antonio Enríquez. Dos actos fundacionales para los nuevos movimientos sociales: EZLN y la Batalla de Seattle. RIHC. Revista Internacional de Historia de la Comunicación, 2017, vol. 1, no 8, p. 89-112.
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