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LAS ESTRELLAS DEPORTIVAS HAWAIANAS Y LUCHA POR LA INCORPORACIÓN

Actualizado: 13 nov 2021

Hawái, el Estado 50 de la Unión Americana, ha tenido una historia muy peculiar. A veces han sido protagonistas en la historia norteamericana, y en otras ocasiones está muy lejano, justo como su posición geográfica, una isla en el Océano Pacífico. Un lugar para el turismo, el surf con los escenarios perfectos para la grabación de películas y series de televisión, los hawaianos han luchado por el reconocimiento en el territorio estadounidense, y en el deporte hemos tenido grandes casos de éxito. A continuación, mencionaremos algunos atletas nacidos en la isla hawaiana que han trascendido en el deporte norteamericano.



La historia de Hawái se remonta a las migraciones polinesias que se fueron asentando en la isla y formando una sociedad muy compleja. Sus rituales se transmiten por canciones, bailes, cuentos y poemas y están muy ligados a los volcanes que existen en su territorio.[1] Así permanecieron hasta que fueron alcanzados por occidente cuando llegó el explorador inglés James Cook en 1778; aunque los nativos nombraban a su isla Kauai, el inglés les puso, Islas Sandwich. Al inicio hubo buen recibimiento pero cuando regresó a la isla después de una exploración, fue asesinado por los hawaianos en 1779. Recordemos que en esos años estaba la guerra de colonos por su independencia en la Costa Este de lo que hoy es Estados Unidos de América, muy lejos ya ajenos de lo que pasaba en las islas del Pacífico.


Como otros procesos de conquista, Hawái se sumergió a una guerra entre ellos y de adaptación con los recién llegados. Hasta ese momento, había cinco tribus distintas en la isla, pero en 1810 tras varios hechos de guerra, todas quedaron unidas bajo Kamehameha I. Él comenzó una dinastía que duró hasta 1872. Sin embargo, ya había comenzado el proceso de occidentalización de la isla, por lo que encontramos asentamientos europeos desde 1790, principalmente de ingleses, aunque se sabe también de la presencia de un español llamado López de Villalobos que ejerció como médico en Hawái. Hasta 1816 los hawaianos con Kamehameha a la cabeza, aceptaron el protectorado británico, pero en 1818 una expedición rusa favoreció a que el Zar Alejandro I, también comenzara a tener intereses en la isla hawaiana. Es decir, ya para ese año tenemos la disputa de ingleses y rusos en el territorio que se sumaba a las pretensiones independentistas de algunos nativos.


En la década de los veinte del siglo XIX, llegaron protestantes a la isla que venían de Estados Unidos, los recibió Kamehameha II y para este momento, la influencia inglesa y rusa ya se había diluido. De hecho, para el reinado de Kamehameha III la isla es completamente cristiana y el soberano hawaiano decretó la Declaración de Derechos y la Constitución de las Islas de Hawái. La Monarquía Constitucional de Hawái también hizo reformas en la tierra; los occidentales podrían comprar tierras y registrarlas ante el gobierno con pago de intereses, la influencia norteamericana a través de los protestantes se hacía notar y se consolidó más por la guerra entre Francia e Inglaterra.



Kamehameha III tuvo problemas con Francia e Inglaterra quienes intentaron conquistar la isla y quitarlo del poder; en ambos casos, el rey hawaiano logró defenderse con su gente y con el apoyo de Estados Unidos. Esta unión entre norteamericanos y hawaianos se formalizó en 1874 con un acuerdo comercial que daba exclusividad a Estados Unidos en el comercio de azúcar y arroz hawaianos. También favorecieron la migración de japoneses y chinos para trabajar en los nuevos sembradíos; esto último fue importante porque al paso del tiempo, la población asiática superó a los nativos. Igualmente este tratado con Estados Unidos trajo consecuencias de todo tipo para los próximos años.


Para la década de los noventa del siglo XIX, la dinastía de Kamehameha ya estaba debilitada, lo que abrió la posibilidad a varias rebeliones que tenían distintos intereses. Ante el peligro de perder sus privilegios, los norteamericanos decidieron intervenir directamente y en 1893 el USS Boston desembarcó en Honolulú, derrocó el gobierno hawaiano de la reina Lili’uokalani e instaló uno provisional. En 1894 se estableció la República de Hawái con su primer presidente Sanford Ballard que consiguió encarcelar a la reina Lili’uokalani por encabezar una rebelión para derrocarlo. Ante esta situación, el gobierno norteamericano decidió acelerar las cosas y en 1898 se formalizó la anexión a Estados Unidos quienes inmediatamente establecieron la base de Pearl Harbor para el control del Océano Pacífico. No es coincidencia que mientras los estadounidenses se expandían por el pacífico, hacía lo mismo por el caribe tomando el control de las islas de Puerto Rico y Cuba.


Esa anexión no significó convertirse en Estado, solamente eran un territorio de Estados Unidos y su importancia radicaba en la base militar. De hecho, la migración de estadounidenses a la isla era por la cuestión de la marina. Así estuvieron por casi medio siglo hasta que llegó el 7 de diciembre de 1941. Ese día, ya en plena Segunda Guerra Mundial, Pearl Harbor fue sorpresivamente atacado por fuerzas aéreas japonesas, lo que provocó que Estados Unidos entrara al conflicto armado. Si bien es cierto que el ataque fue muy lejano del territorio continental norteamericano, el ataque japonés fue el preámbulo para una guerra muy sangrienta en el Océano Pacífico y que impulsó a la isla hawaiana como protagonista de la historia de Estados Unidos. Se convirtió, junto con Filipinas, la base más importante del ejército norteamericano contra el Imperio Japonés. La guerra se extendió por todas las islas del Pacífico y duró poco más de tres años, hasta los terribles bombardeos nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki ordenados por el presidente norteamericano Truman.


Esto le valió a Hawái que el 21 de agosto de 1959, el mandatario estadounidense Dwight Eisenhower nombrara a la isla como el Estado número 50. Oficialmente, la isla formaría parte de Estados Unidos y su historia se ligaba aún más a la república norteamericana. Desde entonces, han existido varios grupos que se han opuesto a la anexión y estatidad y buscan independizar Hawái; desgraciadamente para ellos, no se he conseguido mucho al respecto más que una disculpa histórica durante el gobierno de Bill Clinton en 1993 y la discusión en el senado norteamericano de la “Carta Akaka” que busca darle soberanía al pueblo hawaiano, aunque fue rechazada.





En cuanto a lo deportivo, han sido muchos atletas nativos de Hawái que han trascendido en los deportes “mayores” de Estados Unidos. Aunque su principal aportación es en el surf y en la recientemente mediatizada UFC, aquí abordaremos atletas que han trascendido en la NFL, en las ligas mayores de béisbol, y otros deportes.


DUKE KAHANAMOKU


Nacido el 24 de agosto de 1890 en Honolulú, todavía cuando Hawái era una isla independiente, adquirió la doble nacionalidad ocho años después cuando fueron anexados a Estados Unidos de Norteamérica. Este atleta hawaiano fue un pionero del surf, tanto que el torneo más importante de esta disciplina en Hawái lleva su nombre. Sin embargo, aquí nos referiremos a sus logros en la natación olímpica. Participó en los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912 y demostró que era el nadador más veloz del mundo al ganar la medalla dorada en los 100 metros libres con un tiempo de un minuto con tres segundos. También ganó la medalla de plata en los relevos 4 x 200 metros libres; fueron derrotados por Australasia, un combinado entre Australia y Nueva Zelanda.



Tras la interrupción de las Olimpiadas por la Gran Guerra, los Juegos Olímpicos se reactivaron en Amberes en 1920 y Kahanamoku se llevó dos preseas doradas; repitió en los 100 metros libres y ahora sí logró la victoria junto con su equipo en los relevos 4x200 libres. Se retiró de los Juegos Olímpicos en París 1924 con la medalla de plata en los 100 metros libres, pero con el detalle histórico que su hermano menor, Samuel, ganó la medalla de bronce en esa misma competencia, solamente cuatro décimas de segundo detrás de él.


Estos logros lo llevaron a que lo apodaran el “Gran Kahuna” y aún más importante, en ser el primer humano en ser inducido al Salón de la Fama del Surf y al Salón de la Fama de la Natación. Este multimedallista olímpico falleció en 1968 en su natal Honolulú a los 77 años de edad.


KANAME “WALLY” YONAMINE


Este atleta de origen japonés, nación en Olowalu, Hawái, en 1925. Fue uno de los primeros deportistas en competir en dos deportes distintos en el más alto nivel. Fue jugador de fútbol americano en la NFL y beisbolista en la liga japonesa.


Toda su vida deportiva como colegial la desarrolló en la isla hawaiana donde comenzó a asombrar por su habilidad de esquivar rivales y su velocidad en “campo abierto”. Parecía que su vida cambiaría tras el ataque a Pearl Harbor en 1941 por su origen japonés; afortunadamente para él y su familia, a pesar de sus raíces niponas y vivir en Hawái, justo en el lugar del ataque, no fueron considerados como traidores y por lo tanto no los llevaron a las cárceles que aparecieron en territorio norteamericano contra todos los ciudadanos de ascendencia asiática. De hecho, en 1947 recibió una oferta muy interesante de los San Francisco 49ers para participar con ellos en apenas su segundo año de existencia como franquicia, lo llamativo de la oferta era que Yonamine no pasó por alguna universidad pero aún así, el equipo profesional veía gran potencial en él.



Apenas habían pasado dos años de la Segunda Guerra Mundial y el rencor contra los japoneses seguía latente; inclusive muchos ciudadanos nipones al reincorporarse a la sociedad habían visto que sus casas y negocios ya no existían más. Según compañeros de Yonamine, a él no lo veían como japonés sino como hawaiano y jamás recibió ningún mal trato, al contrario, para la comunidad asiática de San Francisco, la presencia de Wally fue una razón para interesarse en el fútbol americano.


Su carrera con los 49ers fue fugaz, tan solo duró un año, pero fue sorprendente, acumuló 74 yardas por tierra en 19 acarreos, tres pases para 40 yardas, 156 yardas para devoluciones de patadas y una intercepción. Más que las estadísticas, el hawaiano brillaba en los momentos críticos para su equipo y les ayudó a ganar 8 partidos esa temporada.[2] Desgraciadamente, en el periodo vacacional del fútbol americano, Yonamine se fracturó una mano jugando un partido de béisbol amateur en Hawái, y eso acabó con su carrera en el fútbol americano. Se le considera como el primer jugador de origen japonés en participar en la NFL.


Después de esta amarga experiencia, decidió viajar a Japón para jugar béisbol en una de las ligas más competitivas del mundo. Ahí jugó para los Gigantes de Yomiuri de 1951 a 1960 y se retiró con los Dragones de Chunichi en 1962. En la liga nipona ganó cuatro campeonatos, fue electo a 8 juegos de estrellas, fue nombrado una vez como Jugador Más Valioso y siete veces estuvo en el equipo ideal de la Liga Japonesa. Por supuesto, fue electo para el Salón de la Fama del Béisbol Japonés en 1994. Sus estadísticas son impresionantes: su promedio de bateo fue de .311, conectó 1337 hits, 82 Home Runs e impulsó 482 carreras. Sin duda, Yonamine fue uno de los atletas más completos de aquellos años de posguerra.


RON DARLING


Nació en Honolulú el 19 de agosto de 1960; hijo de madre china hawaiana y padre francés canadiense. Desde muy joven lo llevaron a vivir cerca de Boston y ahí desarrolló su carrera deportiva.



Jugó fútbol americano con Yale y compartió con el béisbol durante su primer año universitario, pero al terminar se decidió por el béisbol hasta convertirse en profesional. Trascendió con los Mets de New York con quienes fue electo al Juego de Estrellas de 1985, ganó el Guante de Oro en 1989, premio que se otorga al mejor fildeador por cada posición, y más importante aún, ganó la Serie Mundial de 1986 contra los Medias Rojas de Boston. Por cierto, una serie mundial muy recordada y emblemática; ahí Darling pichó y ganó el cuarto juego para empatar la serie en ese momento.


Se retiró en 1995 con los Atléticos de Oakland y fue electo al salón de la fama de los New York Mets; ahora trabaja en las transmisiones del equipo junto a su compañero Keith Hernández con quien fue campeón en 1986. Si bien es cierto que prácticamente no tuvo mucho tiempo de vida en Hawái, es importante hacer notar la migración que se da en la isla y que Ron Darling es producto de ella con sangre de China, Francia y Canadá.


SHANE VICTORINO


Apodado el “Hawaiano Volador”, nació en Wailuku el 30 de noviembre de 1980. Sin duda fue uno de los mejores jugadores de su época. Trascendió con los Philadelphia Phillies con quienes fue campeón de la Serie Mundial en el 2008 y subcampeón en 2009 cuando su equipo perdió contra los New York Yankees. Era parte fundamental de la “Nueva Máquina Roja” como se le conoció a ese dominante equipo de Philadelphia; en ese tiempo ganó tres Guantes de Oro, lideró a las MLB en triples y estuvo entre los diez mejores de la liga en bases robadas en todos estos años.



Después de su paso por este equipo, fue contratado por los Medias Rojas de Boston y continuó con su gran nivel a pesar de su veteranía. En el 2013 ganó con ellos la Serie Mundial contra los Cardenales de San Luis e individualmente ganó un Guante de Oro más. El sexto partido de esa serie contra Cardenales, fue donde Shane Victorino lució más y ese partido resultaría histórico puesto que prácticamente pasó un siglo para que las Medias Rojas, volvieran a ganar una Serie Mundial en su estadio, el Fenway Park.


Su retiro fue con los Anaheim Angels en el 2015, posiblemente Shane Victorino sea el mejor beisbolista en la historia de Hawái.


MARCUS MARIOTA


Nació el 30 de octubre de 1993 en Honolulú. Si bien ya habían participado jugadores hawaianos en la NFL, Mariota es el primer quarterback que viene de la isla. Su carrera en el deporte de las tackleadas comenzó un tanto tardía, realmente hasta el College, pero de inmediato mostró gran habilidad. Sus dos padres son hawaianos, su madre fue jugadora de Rugby en su juventud y ella lo encaminó al deporte; había practicado rugby, volleyball y hasta surf cuando incursionó en el fútbol americano. En el último año de preparatoria, Mariota tuvo una sobresaliente actuación que lo llevó al campamento de los Ducks de la Universidad de Oregon. Inmediatamente atrajo la atención del coach Mark Helfrich, coordinador de la ofensiva de los Ducks, y lo reclutó sin pensarlo dos veces.



Mariota debutó en el 2012 con la Universidad de Oregon y con su habilidad logró guiar una ofensiva muy explosiva y dinámica. Ese año acabó con 32 pases de anotación y solamente 6 intercepciones. El juego donde más destacó fue contra la Universidad de Arizona State, contra quienes atrapó un pasé para touchdown, lanzó otro y corrió para 86 yardas para anotar otro touchdown; él anotó 21 puntos en menos de 12 minutos. En el 2013 Mariota rompió un récord para la Universidad de Oregón, fue el primer quarterback en su historia en pasar las 4000 yardas, de hecho acabó con 4380 yardas totales.


El siguiente año, anunció que no participaría en el draft de la NFL y jugaría un año más con los Ducks; tuvo una temporada extraordinaria y ganó el premio “Davey O’Brien” que se le otorga al mejor quarterback de la NCAA. Así llegó a la NFL el siguiente año, drafteado por los Tennesse Titans.


Sus dos primeras temporadas en la NFL fueron muy sólidas y lucía como uno de los mejores quarterbacks de su generación; sin embargo su carrera ha estado marcada por lesiones lo que le ha quitado continuidad en la liga, tras cinco años jugando para Titans, Mariota fue cortado por el equipo aunque encontró un nuevo contrato inmediatamente, ahora como quarterback suplente de los Raiders de Las Vegas donde continúa militando.


Si bien, profesionalmente no ha tenido el éxito que se esperaba, Marcus Mariota hizo historia como jugador colegial y por ser el primer hawaiano en esa posición.


MANTI TE’O


Nacido en Laie el 26 de enero de 1991, Te’o jugó desde muy joven fútbol americano. Fue una estrella en su natal Hawái y eso llamó la atención de la prestigiosa Universidad de Notre Dame donde fue All American y uno de los jugadores defensivos más condecorados en la historia de la NCAA. Fue drafteado por los San Diego Chargers en el 2013 donde tuvo cuatro temporadas muy sólidas con ellos, fue un linebacker muy importante en el esquema defensivo del equipo californiano hasta que acabó su contrato y fue reclutado por los New Orleans Saints y finalmente el año pasado estuvo con los Osos de Chicago. Hoy sigue siendo agente libre pero su trayectoria como jugador colegial quedó marcada en la Universidad de Notre Dame donde ayudó a su equipo a obtener un subcampeonato nacional.



Entre sus premios más destacados como colegial están: el “Defensive Impact Player of the Year Lott Trophy”, el Maxwell Awardk, Chuck Bednarik Award, Bronko Nagurski Trophy, Butkus Award, Lomardi Award y Walter Camp Award. Además fue finalista para el Trofeo Heisman que se le otorga al mejor jugador colegial cada año.


Además de esta lista de atletas hawaianos, hay muchos más que han trascendido en el deporte norteamericano como el beisbolista Kurt Suzuki, los jugadores de NFL Max Unger, campeón con los Seattle Seahawks, Vince Manuwai de los Jacksonville Jaguars y DeForest Buckner, quien jugó el Superbowl con los 49ers de San Francisco en el 2019, la golfista Michelle Wie, ganadora del Abierto de Estados Unidos, el voleibolista Micah Christenson, quien participa en la prestigiosa liga italiana y es seleccionado de su país; y recientemente el jugador de la NFL Tua Tagovailoa de quién hablaremos más adelante en Historiomanía junto con el descendiente de hawaiano Junior Seau.




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