FÚTBOL Y EMPRESAS, EL CASO DE LA PARMALAT Y EL PARMA
- Rafael Herrera Paz
- 4 ago 2021
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 2 oct 2021
¿Hasta dónde llega la influencia de las empresas en el deporte? ¿Hasta qué punto es benéfica la intervención del gran capital en una actividad lúdica? La respuesta es muy compleja y tiene varios aristas, pero en este capítulo de Historiomanía, repasaremos la historia de la Parmalat y su influencia en el equipo de fútbol italiano, el Parma.
La historia de la lechera italiana Parmalat es el clásico relato de superación de un empresario, que tomó un pequeño negocio familiar y lo llevó hasta convertirse en una gran transnacional. A mediados de los años sesenta, el joven de 22 años Calisto Tanzi tomó el negocio de su difunto padre que trabajaba productos alimenticios. Su visión lo llevó a que en los inicios de la década de los setenta, se incorporó en el negocio de los lácteos e insertó en el mercado varias innovaciones, como la pasteurización, la conservación del producto a través del “tetrapack” y la venta de puerta en puerta llevando su producto en camiones por con su logotipo por toda la ciudad de Parma y la región de Emilia Romagna.
Para finales de esa década, su empresa ya había desplazado a las poderosas lecheras locales y se colocó como la número uno en Italia. De esa manera, Parmalat comenzó a expandirse primero por Europa para finalmente brincar al continente americano. En los ochenta y noventa fue su consolidación al llegar a 30 países en los 5 continentes y su producción se abrió más allá de los productos lácteos y sus derivados. A decir de ellos mismos, “eran la Coca Cola de la leche”. Su expansión fue tan grande, que ni el 10 por ciento de sus empleados trabajaban en Italia; la Parmalat logró emplear a gente en todo el mundo.
Su bonanza financiera la llevó a comprar al equipo Parma en 1990. Justo en esa década y tras una serie de grandes inversiones, el club tuvo la mejor época deportiva de su historia, asunto que relataremos más adelante. Pero el hecho era muy claro, Parmalat era tan importante en lo económico que había dado un exitoso salto a lo social.
El 12 de noviembre del 2003 comenzó a caerse el paraíso. Primero perdió puntos en la bolsa de valores de Milán, la más importante de Italia, y una de las más importantes en Europa. Esto porque la empresa tuvo pérdidas millonarias desde el cambio de lira a euro y porque empresas auditoras habían encontrado actividades sospechosas en Parmalat. Casi un mes después, Parmalat se declaró incapaz de pagar deudas millonarias que tenía en bonos, intentó alargar el plazo de pago pero mientras lo hacía, sus acciones valían cada vez menos en el mercado de bolsa. A la par, las empresas auditoras le daban los puntos más bajos en transparencia y llevaban el caso a tribunales italianos y estadounidenses para hacer una auditoría estatal y detectar un posible fraude.
El 16 de diciembre logró hacer el pago por 150 millones de euros pero al día siguiente le surgió otra deuda ahora por 400 millones de euros. Para intentar garantizar el pago, Parmalat declaró que tenía cuentas en las Islas Caimán y con eso lograría liquidar sus deudas y continuar con números positivos. Sin embargo, el 19 de diciembre “Bank of America”, calificó de falsos los documentos presentados por los italianos y no tuvieron más que hacer, confesaron el hecho y con ello el fraude más grande en la historia de Europa. El 23 de diciembre, el prestigioso empresario y dueño de la Parmalat, Calisto Tanzi era declarada culpable por fraude y el gobierno italiano, encabezado por Silvio Berlusconi, se vio obligado a intervenir para salvar a la compañía.
Un día después de la acusación contra Tanzi, aparecía una nueva ley en Italia que permitía al gobierno el rescate de transnacionales que se declararan en quiebra, de esta manera, cuatro días después, Parmalat se declaró en quiebra y de manera fraudulenta, recibió millones de euros provenientes de los impuestos. Si bien la acción de Berlusconi fue puesta en duda, también existen argumentos que defienden la ley alegando que realmente rescataron a los trabajadores italianos y a una empresa que generaba millones de euros a las arcas del país. Ese mismo día, 24 de diciembre, le llegó una orden de presentación a Tanzi, pero desapareció misteriosamente de Italia, dicen que viajó por todos los países americanos donde tenía empresas para desaparecer las pruebas de su fraude, inclusive llegó a “romper computadores a martillazos”. Logró desaparecer 800 millones de euros con esta acción.
Aún así, el 28 de diciembre de 2003, Tanzi era encarcelado acusado por “falsedad de balance, quiebra fraudulenta, uso de información privilegiada y presunto engaño a los auditores de los estados contables.”[1] En los siguientes meses se encarcelaron hasta 29 personas involucradas en el fraude. A lo largo de las investigaciones, Tanzi declaró que durante décadas había construido una red de políticos y banqueros que le facilitaban créditos y privilegios financieros a cambios de pagos. El fraude, era aún más grande de lo que se había pensado. Al final, el ex fundador y dueño de la Parmalat recibió 18 años de cárcel y su empresa cayó en el fraude y quiebra más grande en la historia de Italia y Europa. Miles de trabajadores y granjeros perdieron su empleo y fuente de recursos en el mundo. Con ello, también cayó el Parma, el equipo de fútbol de la empresa Parmalat.
La historia se ve distinto dependiendo desde donde la mires, y así como el Parmalat y la familia Tanzi se desprestigió ante los ojos del mundo, no pasó lo mismo con su equipo de fútbol, el Parma. ¿Qué tenía ese equipo que enamoró a toda una generación en la década de los noventa? Veamos un poco de su historia.
El Parma consiguió su ascenso definitivo a la Serie A (Primera división italiana) en la temporada de 1990 – 1991. Gracias al capital de Parmalat, llevaron al portero brasileño Claudio Taffarel y al astro sueco Tomás Brolin ha reforzar sus filas. Tuvieron un gran año en su debut en la Serie A, lo que apenas era un asomo de lo que vendría los siguientes años. EL Director Técnico Nevio Scala logró construir un equipo que jugaba un fútbol alegre y que al año siguiente conquistó la Copa Italia.
Al igual que la empresa lechera, el club iba totalmente en ascenso y haciéndose multinacional; en la temporada 1992-1993, llegó desde Colombia el jugador que sería su máximo goleador histórico, Faustino Asprilla y con él ganarían la Copa de la UEFA y quedarían en tercer lugar de la Serie A. Sin duda, para ese año el Parma ya era toda una realidad del fútbol italiano y era capaz de medirse a la Juventus, Milán, e Inter. La siguiente temporada llegaron el argentino Néstor Sensini y el italiano Gianfranco Zola y con ellos la Supercopa de la UEFA. Su jugador estelar continuaba siendo el sueco Brolin y el juego seguía muy alegre y vistoso.
La temporada 94-95 que fue la posterior al mundial de EUA, el Parma comenzó una transformación que lo llevaría aún más alto; el sueco Brolin jugó un gran mundial y continuaba siendo el centro de atención del equipo italiano, sin embargo, llevaron jugadores estelares como Dino Baggio, Fernando Couto, Stefano Fiore, y en la banca aparecía un joven de 16 años que se perfilaba como su futuro portero, su nombre, Gianluigi Buffon. Al final del año los resultados fueron extraordinarios, una nueva Copa de la UEFA y tercer lugar en la Serie A los respaldaban. El balance económico no era muy positivo, el equipo navegaba en números rojos con ocho millones de euros de pérdida, pero eso, era un asunto que aún no importaba.
La temporada 96-97 lograron su lugar más alto en la Serie A, el segundo puesto. Ahora dirigidos por Carlo Ancelotti, el Parma ya contaba con jóvenes figuras que serían estelares en los siguientes años, inclusive, algunos serían campeones del mundo con sus selecciones: Fabio Cannavaro, el francés Lilian Thuram, Roberto Mussi, el brasileño Ze María, Mario Stanic, el argentino Hernán Crespo y el italiano Enrico Chiesa, eran algunas de sus figuras. Además, el balance económico era en números verdes con una ganancia neta de 13 millones de Euros.
El Parma de 1998-1999 sería para muchos el mejor de su historia. Lograron el cuarto lugar en Serie A, pero ganaron la Copa Italia y aún más importante, la Copa UEFA. El nuevo DT era Alberto Malesani y sus varios de sus jugadores habían jugado un extraordinario mundial Francia 98. Los refuerzos fueron el argentino Juan Sebastián Verón, Alain Borghossian, Diego Fuser, Abel Balbo y regresó Asprilla a sus filas. Quizá el día más recordado por sus aficionados fue la final de la Copa UEFA contra el Olympique de Marsella que traía varios franceses campeones del mundo. El juego fue en Moscú y la alineación italiana era aterradora: Buffon, el capitán Sensini, Fuser, Dino Baggio, Hernán Crespo, Juan Sebastián Verón, Borghossian, Fabio Cannavaro, Enrico Chiesa, Lilian Thuram y Vanóli.[2]
El partido fue dominado de principio a fin por el Parma que ganaría tres a cero con goles de Crespo y Vanóli en la primera parte y Enrico Chiesa metió el sello definitivo de un equipo que tocaba el punto más alto de su historia. Quizá el balance económico era desastroso; regresaron a los números rojos con 23 millones de euros de pérdida, pero lo deportivo lo valía.
La temporada de 1999-2000 no fue tan exitosa porque resintieron las bajas de Verón, Chiesa y Sensini; aunque llegaron Ariel Ortega, Amoroso y Dabo, el equipo no levantó en ningún torneo. Financieramente cerraron con números positivos de cuatro millones de euros. La siguiente temporada tampoco fue tan exitosa y sus fanáticos vieron partir a jugadores como Hernán Crespo, Mario Stanic y Dino Baggio; a pesar de estas ventas, el equipo regresó a los números rojos con menos quince millones de Euros. ¿Sería que en el nuevo siglo la situación financiera de la Parmalat ya no era estable y se reflejaba en su club?

En el 2001-2002 continuaban las bajas sensibles, ahora se despedían de Gianluigi Buffon y de Lilian Thuram, los dos se irían hacia la Juventus y los refuerzos no recompensaban esas pérdidas. Aunque seguían figuras como Fabio Cannavaro, Mateo Ferrari y el portero francés Sebastián Frey, la situación venía en declive. A pesar de ello lograron ganar la Copa Italia y sus finanzas se vieron sumamente a la alza. Ahora cerraban con saldo positivo de 52 millones de Euros. Tal parecía que el objetivo ya no eran los triunfos deportivos, sino intentar salvar la situación financiera del club y de paso de la empresa Parmalat. Posiblemente, lo que sucedía con el Parma era el aviso de lo que vendría con la empresa lechera.
La siguiente temporada lograron mantener los números positivos y aunque no lograron grandes éxitos deportivos, llegaron jugadores estelares como el brasileño Adriano, Alberto Gilardino, el rumano Adrián Mutú. Aunque ahora se despedían de Fabio Cannavaro que iba directo a la Juventus. El DT era Cesare Prandelli que logró juntar un buen equipo. Increíblemente, la temporada de la crisis económica, o sea, la 2003-2004, consiguieron sobrevivir en lo deportivo. Claro que se despidieron de jugadores como Adriano que se fue al Inter de Milán y de Mutú que emigró al Chelsea, pero llegaron al quinto lugar de la Serie A, nada mal para un equipo que vio como la empresa que lo dirigía se había ido a la quiebra y su dueño a la cárcel.
Las consecuencias de la crisis llegarían un año después, en el 2004-2005 cuando quedaron en el lugar 18 de la Serie A. Oficialmente, se había terminado la época de gloria del Parma y ahora vendrían años oscuros. Las finanzas estaban en números positivos pero justo por vender los pocos buenos jugadores que les quedaban y sustituirlos con futbolistas de mucho menor calidad. Pasaron diez años de subsistencia hasta que la realidad los alcanzó; en el 2015 el Parma anunciaba su bancarrota y al no conseguir quién lo comprara, se concretó su desaparición. La crisis de la Parmalat al fin tocaba a su club.
Al siguiente año, y ya con otro capital, aparecía el Parma 1913 desde la Serie D y hoy ese equipo busca regresar a la Serie Ay recuperar algo de su grandeza de los años noventa. El portero estelar Gianluigi Buffon regresó con ellos para intentar salvarlos antes de su retiro definitivo. Esa es la historia de un club, tocados por el auge y decadencia de la empresa que los sostenía, la Parmalat.
[1] Todo el relato de la empresa y su crisis fue tomado de: González, Verónica y David Gómez Álvarez, La leche es blanca pero no transparente. Parmalat, breve recuento de un gran fraude, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 34 p.p. [2] Todas los resultados y jugadores fueron tomados de https://www.transfermarkt.us/parma-calcio-1913/startseite/verein/130?saison_id=2004. Consultada el 13/Septiembre/2021.
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