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CLEVELAND Y SU DEPORTE: UNA HISTORIA QUE SE ESCRIBE CON AMARGURA. SEGUNDA PARTE, CLEVELAND BROWNS

En la primera parte vimos una breve historia de la ciudad de Cleveland y de su equipo de béisbol, los Guardians, mejor conocidos como los Indians. En esta parte nos enfocaremos a su equipo de fútbol americano, los Browns.



Los Browns son uno de los equipos más tradicionales en la NFL. Su historia comenzó en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1944 cuando un millonario taxista local llamado Arthur McBride adquirió al equipo. Originalmente se llamaban Cleveland Panthers, pero en 1946 lo cambiaron para honrar a su primer coach, Paul Brown, así en ese año nacieron oficialmente los Cleveland Browns.[1] Este legendario entrenador, ya era una celebridad al obtener un campeonato con la Universidad Estatal de Ohio, así que el nombre fue visto como algo natural. Con Paul Brown, el equipo tuvo los mejores años de su historia, realmente estábamos hablando de la franquicia más dominante de la NFL en los años cincuenta y que, además, revolucionó el deporte y su influencia llega hasta nuestros días.

En los años cuarenta, los Browns eran miembros de la AAFC y ganaron los cuatro años de existencia de esta liga, inclusive en 1948 fueron campeones con un récord de 15 ganados y 0 perdidos, para convertirse así, en el primer equipo profesional invicto en la historia del fútbol americano.[2] En 1950 pasaron a la NFL y muchos creían que los Browns no tenían el nivel para estar en esa liga, ahora comenzaba el verdadero reto; Paul y sus “secuaces” tenían otros planes y desde el primer año demostraron que eran el mejor equipo en la nación, en la temporada regular quedaron 10 ganados 2 perdidos y en el juego divisional enfrentaron al único equipo que había logrado vencerlos, los New York Giants en el Cleveland Stadium. El juego fue muy parejo y los Browns lograron vencer por 8 puntos a 3 en un cerrado duelo defensivo; el 24 de diciembre en el Estadio Municipal de Cleveland, jugaron su primer juego de campeonato de la NFL contra Los Ángeles Rams.


EL partido fue muy parejo y emocionante, los dos equipos anotaban e inmediatamente respondían a la anotación, además estuvieron en el emparrillado once jugadores que en el futuro serían electos al Salón de la Fama, jamás se ha dado esa situación en la NFL. Faltando menos de tres minutos, los Rams ganaban 28 a 27 y el quarterback de Browns Otto Graham, soltó el balón en lo que parecía era el final del partido, sin embargo, los Rams no lograron avanzar y debieron despejar. Graham armó una serie ofensiva que puso a los Browns en la yarda 10 del rival faltando 30 segundos, y casi cuando expiraba el reloj, Cleveland anotó un gol de campo que les dio su primer campeonato en la NFL, en su primer año jugado en la liga. Habían demostrado que eran un gran equipo, brillantemente dirigidos por Paul Brown.


El año siguiente tuvieron una mejor temporada al quedar 11 ganados y un solo perdido contra los San Francisco 49ers en el primer partido, de ahí tuvieron una racha de diez victorias consecutivas hasta llegar al juego de campeonato contra Los Ángeles Rams nuevamente; ahora el partido fue en el Memorial Coliseum de Los Ángeles el 23 de diciembre de 1951 y el resultado fue diferente, los Rams obtuvieron su revancha y vencieron a los Browns por 24 puntos a 17. A pesar de la derrota, Cleveland ya era un contendiente en la NFL y sin duda uno de los equipos a vencer.


En 1952 tuvieron una derrota más en el juego de campeonato, ahora contra los Detroit Lions en Cleveland por 17 a 7. Los Leones fueron el mejor equipo toda la temporada y dominaron desde el inicio a los Browns que seguían demostrando un gran nivel. EL siguiente año llegaron de nuevo contra Detroit en medio de una temporada espectacular de 11 ganados 1 perdido; el partido fue en el Briggs Stadium de Detroit el 27 de diciembre de 1953 y el partido fue muy emocionante. Sin duda, eran los dos mejores equipos de la liga y el partido fue muy parejo, en el último cuarto, los Browns ganaban 16 puntos a 10 pero prácticamente al final, un pase de 33 yardas de Layne a Doran, le dieron la ventaja a Leones por un punto. Graham intentó un último avance pero fue interceptado y con eso, Lions venció nuevamente a Browns, ahora por 17 a 16.


En 1954 los Browns necesitaban ganar un campeonato más, cierto que ya habían sido campeones y eran uno de los mejores equipos de la NFL cada año, pero necesitaban coronarse nuevamente para sumar títulos y demostrar su hegemonía. La temporada la acabaron con 9 ganados y 3 perdidos y nuevamente enfrentarían a Detroit Lions en el juego de campeonato. Ahora sería en el Municipal de Cleveland el 26 de diciembre. Los Leones los habían logrado derrotar dos años consecutivos pero ese año los Browns se quitaron el estigma y obtuvieron una contundente victoria de 56 puntos contra 10. Así lograron su segundo campeonato y dejaban claro que eran el mejor equipo de la NFL. Paul Brown quería hacer de Cleveland, un equipo tan impresionante como lo eran los New York Yankees en el béisbol y su sueño se materializaba. Recordemos que ese año los Indians habían llegado a la Serie Mundial, pero era una época completamente dominada por Yankees. Cabe señalar, que a pesar de ser una ciudad pequeña, Cleveland era un referente para el deporte en esos años, con los Browns y su dominio en la NFL y los Indians siendo un equipo contendiente año con año y subcampeones en 1954, el año del segundo campeonato en el fútbol americano.


En 1955 repitieron la hazaña con una temporada donde quedaron con 9 ganados, 2 perdidos y 1 empate; la final la jugaron y ganaron contra Los Ángeles Rams por 38 puntos a 14. El partido de campeonato fue en la ciudad californiana el 26 de diciembre y el dominio de Browns fue total. Ese año se retiró su quarterback Otto Graham, quien se considera uno de los mejores en la historia de la NFL y se juntaba con la perdida del running back Marion Motley que había sido una parte fundamental para la dinastía de Browns que llegó a su fin ese año; además de los campeonatos en la AAFC, ya en la NFL jugaron 6 juegos de campeonato consecutivos y ganaron 3 campeonatos. Vendrían otros tiempos, pero con el coach Paul Brown, sabían que los triunfos regresarían muy pronto.


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Tras un año muy difícil, en 1957 llegó uno de los mejors running backs en la historia de la NFL, inclusive para muchos analistas es el mejor: Jim Brown. Nacido en Georgia y egresado de Syracuse, este jugador sería un auténtico prototipo para el modelo de la NFL; veloz y con una fuerza descomunal, Jim Brown atormentó a los defensivos de la NFL por los años que jugó. Además, era un jugador muy ligado a la lucha contra el racismo en Estados Unidos, y gran amigo del legendario boxeador Mohammad Alí.


El quarterback era Tommy O’Connell que cumplía su segundo año en el puesto, y el genial Brown los dirigía magistralmente. Culminaron con 9 ganados, 2 derrotas y un empate. Llegaron al juego de campeonato el 29 de diciembre de 1957 en Detroit contra Lions, pero la experiencia de Leones se impuso y Browns se llevó una contundente derrota de 59 puntos contra 14. El siguiente año tuvieron otra gran temporada pero ahora fueron derrotados en el juego divisional contra los New York Giants. Ese año el quarterback fue Milt Plum que nunca logró consolidarse con el equipo; de hecho, Paul Brown ya no logró encontrar a un quarterback que lo regresara al campeonato y el equipo aunque tenían buenas temporadas ya no consiguió llegar a play off.


En 1961, los Cleveland Browns sufrieron un cambio muy importante para su historia, la franquicia fue adquirida por Art Modell quien tenía prácticas muy distintas a las de Paul Brown, así que después de largas disputas entre ellos, Modell decidió algo increíble, despidió al gran coach Brown que había dado tanto a la ciudad de Cleveland.[3] En 1963 el coach de los Browns fue Blanton Collier, mientras que Paul Brown se convirtió en fundador y accionista de los Cincinnati Bengals; por cierto, decidió usar los mismos colores en el uniforme en casco, solamente con la diferencia de incluir la palabra Bengals, hoy usan “rayas de tigres”. Brown entrenó a los Bengals con mucho éxito desde 1968 hasta 1975. Sobra decir la rivalidad que se generó entre ambos equipos.


Paul Brown fue electo como el “NFL’s Greatest Game Changer” por las innovaciones que introdujo al fútbol americano, entre las que destacan: ser de los primeros coaches en integrar a jugadores afroamericanos a la NFL con Bill Willis y Marion Motley en 1946,[4] el primer coach en implementar las máscaras en los cascos, el primero en utilizar filmaciones para analizar el juego, el primero en utilizar un equipo de prácticas y el primero en utilizar un sistema de micrófonos y audífonos para tener comunicación con su quarterback.[5]


En 1964, los Cleveland Browns demostraron que aún sin Paul Brown seguían siendo competitivos y lograron una temporada de 10 ganados, 3 derrotas y un empate; además de Jim Brown, el quarterback Frank Ryan y el otro running back Ernie Green complementaban un ataque temible; de hecho la dupla de Brown Green es considerada una de las mejores en la historia de la NFL, una combinación perfecta de fuerza y velocidad. Llegaron al Juego de Campeonato que fue en el Estadio Municipal de Cleveland el 27 de diciembre contra los Indianapolis Colts de Don Shula y Johnny Unitas. La defensiva de Brown estuvo brillante junto con el kicker Lou Groza, el quarterback Frank Ryan y el receptor Gary Collins; la victoria fue contundente de 27 puntos a 0 y así lograron su último campeonato en la historia.


La siguiente temporada buscaban repetir el campeonato y en la temporada fueron brillantes con 11 ganados y 3 derrotas pero en el Juego de Campeonato se enfrentaron a los Green Bay Packers de Vince Lombardi, Bart Starr, Paul Hornung, Ray Nitschke y Jerry Kramer. Es uno de los mejores equipos de la historia de la NFL y el juego fue en el mítico Lambeau Field. El partido fue muy parejo pero los Packers lograron dominar a los Browns y los derrotaron por 23 puntos a 12. Hubiera sido muy interesante un enfrentamiento entre Lombardi y Paul Brown pero que jugaran Packers y Browns sin duda fue un gran final para las dos mejores dinastías de los años cincuenta y sesenta.


Ese año de 1965 fue el retiro de Jim Brown por lo que parecía que se acababan los mejores años de Cleveland. Aún sin este gran running back, Browns logró llegar al play off en 1967 para ser derrotados por los Dallas Cowboys de Tom Landry, Don Meredith, Don Perkins, Bob Hayes y Bob Lilly. El partido fue en Texas en el histórico Cotton Bowl Stadium y los Cowboys masacraron a Browns por 52 puntos a 14. Esos Vaqueros fueron quienes jugaron el Ice Bowl la semana siguiente y fueron derrotados por los Green Bay Packers en uno de los juegos más importantes y recordados en la historia de la NFL.



El siguiente año tuvieron su revancha contra los Dallas Cowboys y les ganaron 31 puntos a 20 en el Municipal de Cleveland, pero fueron derrotados a un paso del Super Bowl contra los Indianapolis Colts por 34 puntos a 0 en el mismo Municipal de Cleveland; una derrota dolorosa por tratarse de un juego en casa y porque debieron ver desde el sillón de sus casas como Joe Namath de los New York Jets, derrotó a los Colts en un Super Bowl sorpresivo e histórico.


En 1969 derrotaron de nueva cuenta a los Cowboys en el divisional pero una vez más se quedaron suspirando por el Super Bowl al perder contra los Minnesota Vikings por 27 puntos contra 7 en el Metropolitan Stadium. Para el siguiente año fueron cambiados a la Conferencia Americana y en 1971 fueron derrotados en el juego divisional por los Indianapolis Colts y el año siguiente volvieron a perder en el divisional ahora contra los Miami Dolphins, el único equipo en ser campeón invicto en la historia de la NFL. Ese 1972 fue su último año en llegar al play off hasta 1980.


Desde 1979, los Cleveland Browns se ganaron un apodo que los acompañaría toda la temporada y que era la mejor descripción de lo que pasaba en el emparrillado, los “Kardiac Kids”. Todo comenzó desde la semana 1 cuando ganaron a los Jets faltando pocos segundos del partido; repitieron la hazaña la siguiente semana contra los Kansas City Chiefs, después en la semana 8 contra Bengals, también en la semana 10 contra Eagles, en la semana 12 contra Dolphins, y en la semana 14 contra los Houston Oilers. Esa mística que se generó, continuó para 1980 con un equipo muy sólido que era capaz de arrebatar victorias en los últimos segundos o mantener el resultado de manera milagrosa.[6]


Para 1980, el coach era Sam Rutigliano, su quarterback el líder de los “Kardiac Kids”, Brian Sipe, el running back Mike Pruitt, el ala cerrada Ozzie Newsome, uno de los mejores de la historia y los extraordinarios linebackers Clay Matthews y Robert Jackson. Las victorias dramáticas eran el “sello de la casa” y llama la atención que 13 de 16 juegos, se decidieron por un touchdown o menos, tanto las victorias como las derrotas. Acabaron con 11 ganados y 5 derrotas en el primer lugar de la División Central de la Conferencia Americana. El Juego divisional enfrentaron a los Oakland Raiders que venían de ganar el comodín frente a los Houston Oilers.


En el momento de iniciar el partido, la temperatura en el Estadio Municipal de Clevaland era de -15° Centígrados, desde el Ice Bowl no se registraba un juego a tan baja temperatura; además el aire era muy intenso y aumentaba la sensación de congelamiento. La ofensiva de Oakland era muy explosiva pero batallaba contra la dura defensiva de Browns y contra el clima, sin embargo, Cleveland desaprovechó varias oportunidades y a la ofensiva solamente pudo anotar dos goles de campo. El partido llegó al último cuarto con la ventaja de Browns 12 puntos contra 7, pero tras una anotación del running back de Raiders, Mark van Eeghen, los de Oakland tomaron la ventaja 14 puntos contra 12.


Sipe fue interceptado por Lester Hayes que frenó un importante avance de Browns, pero aún así, Cleveland tuvo una última ofensiva en los últimos minutos del partido. Con menos de un minuto en el juego, Sipe colocó a su ofensiva en zona para poder patear el gol de campo y llevarse la victoria, parecía que los “Kardiac Kids” lo harían de nuevo. Estaban en la yarda 13 cuando decidieron intentar anotar un touchdown con un pase a las diagonales, en lugar de intentar un corto gol de campo; la jugada fue “Red Right 88”, una llamada que jamás olvidarán porque Sipe, en una mala ejecución, fue interceptado por el safety de Raiders Mike Davis en las diagonales. Una derrota muy dolorosa e increíble por la decisión del Coach y la mala ejecución de Sipe; mientras Browns se seguía lamentando, los Raiders ganaron el Super Bowl ese año.


Tras esa derrota, Cleveland entró en decadencia nuevamente hasta 1985 cuando llegaron nuevas estrellas y un nuevo Head Coach que llevó a la franquicia a nuevos éxitos. Se trataba de Marty Schottenheimer, uno de los más talentosos de la historia, su quarterback era Bernie Kosar, los running backs Earnest Byner y Kevin Mack, y en la defensiva llegaron Bob Golic y los dos corners que son considerados una de las mejores duplas en la historia de la NFL, Hanford Dixon y Frank Minnifield.



En esa época, al estadio de Cleveland se le comenzó a conocer como la “Perrera Municipal” y sus fanáticos iban disfrazados de “bulldogs” para intimidar al equipo contrario. Acabaron la temporada 8 ganados y 8 derrotas y perdieron el Juego Divisional contra los Miami Dolphins; Los buenos años estaban muy próximos a regresar.


En 1986 el equipo había alcanzado una gran madurez y tanto los más veteranos como los más novatos jugaron a un gran nivel además de contar con un brillante coacheo. La temporada regular acabaron con 12 ganados y 4 perdidos y eso les dio la ventaja de la localía para los play off. En la ronda divisional enfrentaron a los New York Jets y resultó uno de los juegos más dramáticos de la década. Dominado completamente por las defensivas, los Jets llegaron con ventaja al último cuarto por 13 puntos contra 10 cuando Freeman McNeil corrió para 25 yardas y anotó un touchdown que daba a New York diez puntos de ventaja, parecía que ahí se acababa el sueño de Browns, e inclusive, el narrador oficial de los Jets decía: “Los Jets ganarán este juego, los Jets están en la Final de la Conferencia”; se equivocó.


Bernie Kosar, desplegó su mejor nivel y logró que Browns anotara rápidamente para acercarse en el marcador, y faltando 10 segundos, el Kicker Mark Moseley anotó el gol de campo del empate; increíblemente el partido se fue a tiempo extra cuando parecía que Jets tenía todo para ganar. Todo se definió en un doble tiempo extra, algo pocas veces visto en la NFL, hasta que Moseley logró el gol de campo de la victoria. Uno de los triunfos más dramáticos en la historia de Browns y que borraba las dolorosas derrotas que habían sufrido, parecía que ese era el año que los regresaría a la cima.


Sin embargo, la final de la Conferencia era contra un explosivo equipo de Denver Broncos comandado por uno de los mejores quarterbacks de la historia, John Elway. El partido fue vibrante y uno de los mejores y más emocionantes en la historia de la NFL. Fue muy parejo de principio a fin, anotaba un equipo y respondía el otro, así pasaron tres cuartos y Broncos lideraba por tres puntos. Kosar regresó a su mejor nivel en el último cuarto y puso a Browns en posición de empatar con Moseley y faltando poco más de cinco minutos, lanzó un pase de touchdown de 48 yardas a Brian Brennan. Cleveland se ponía al frente por siete puntos y en la patada de salida, un error de Broncos los colocó en su propia yarda 2. Si Elway quería empatar debía recorrer 98 yardas en cinco minutos contra una de las mejores defensivas de la liga y enfrente de la “Perrera”. Aún faltando dos minutos, Broncos ya estaba en el medio campo pero con una tercera oportunidad y 18 yardas por avanzar; Elway lanzó un gran pase y consiguió el primero y diez. Siguieron avanzando y faltando medio minuto, otro gran pase de Elway a Mark Jackson completaba la hazaña, Broncos empataba el encuentro. Esa serie de Broncos, brillantemente ejecutada por su quarterback es conocido hoy día como “The Drive”. En tiempo extra, y con unos Browns completamente desmoralizados, los Broncos consiguieron un gol de campo para derrotarlos y pasar al Super Bowl, otra dolorosa derrota en casa.


El siguiente año, Cleveland estaba dispuesto a buscar su revancha y tuvieron otra temporada brillante de 10 ganados con 5 derrotas. En el Juego Divisional ganaron fácilmente a los Indianapolis Colts y la final sería contra Denver Broncos nuevamente, pero ahora en el Mile High Stadium de Denver. Una vez más el partido fue muy parejo y en el último cuarto Bernie Kosar logró empatar el partido a 31 puntos con pase a Webster Slaughter. John Elway respondió con pase a Sammy Winder y ahora Kosar estaba del otro lado, debía armar una serie para empatar el partido en la casa de Denver. Tras una serie de buenas jugadas, los Browns ya estaban en la yarda 8 de Broncos cuando le dieron el balón a Byner que logró avanzar a través de la línea de golpeo y se dirigía a las diagonales para empatar el partido, cuando un jugador de Denver le logró sacar el balón y provocar un balón suelto que les costaría la temporada a los Browns; faltaba un poco más de un minuto en el reloj cuando Browns sufrió otra dolorosa derrota. Las imágenes de Byner tendido en el suelo lamentándose por su error quedaron para la historia. Afortunadamente para él, años después tuvo su revancha al coronarse en el Super Bowl, pero con los Washington Redskins, porque ese año de 1987 y ese partido, conocido en la NFL como “The Fumble”, fue el intento más importante de Browns por llegar al Super Bowl.


Tras ese año, Cleveland tuvo buenas temporadas pero siempre acababan en lo mismo, una eliminación en la temporada regular o en play off; en 1988 perdieron ante los Houston Oilers; en 1989 con Bud Carson como Head Coach perdieron nuevamente contra Denver en la Final de Conferencia, pero esta ocasión no tuvieron una oportunidad clara de ganar el juego; en 1991 nombraron a Bill Bellichick como su Head Coach y logró meterlos a play off en 1994 pero fueron derrotados en el Juego Divisional contra los Pittsburgh Steelers; la temporada de 1995 no calificaron y pasaría lo increíble, el equipo dejaba de existir, su dueño Art Modell mudaría la franquicia de ciudad y los emblemáticos Browns desaparecieron.



En una de las situaciones más polémicas en la historia reciente de la NFL, Art Modell tomó una decisión contundente a mediados de los años noventa; desde años atrás había sufrido una fuerte pérdida económica cuando los Indians se mudaron al Progressive Field y les dejó sin la ganancia monetaria de la renta que hacía al equipo de béisbol, entonces negoció con la ciudad de Baltimore la construcción de un nuevo estadio para la mudanza de la franquicia. Modell votó en contra de las mudanzas de Colts y Raiders, pero sorpresivamente él hizo el movimiento para Browns.[7] La NFL y la ciudad de Cleveland lograron rescatar el nombre y colores por lo que Modell debía nombrar de manera distinta al equipo, así nacieron los Baltimore Ravens en 1996; por su parte, los Browns desaparecieron por tres años, hasta que encontraron un nuevo dueño y construyeron un nuevo estadio en 1999, su año del regreso.


Realmente esos Browns eran un equipo de expansión, la franquicia original es la que juega en Baltimore, aunque para la tradición, historia y el cariño de la gente de Cleveland, esta es la verdadera franquicia. El regreso no ha sido fácil, en ese primer año apenas consiguieron dos victorias con jugadores completamente nuevos como el quarterback Tim Couch, el receptor Kevin Johnson, el running back Terry Kirby. Su estadio es el First Energy Stadium.


En la temporada del 2002 lograron regresar al play off tras una campaña ganadora con 9 ganados y 7 derrotas y debieron viajar al Heinz Field de Pittsburgh para enfrentar a los Steelers, reavivando una vieja rivalidad. Coacheados por Butch Davis y con Kelly Holcomb como quarterback, Browns estaba ganando el partido en el último cuarto por 33 puntos a 21, pero faltando tres minutos Steelers logró un touchdown para acercarse en el marcador, y con tan solo 56 segundos, una jugada sorpresa dio el triunfo a Pittsburgh para eliminar a Cleveland, el partido acabó 36 a 33. Regresaron al play off, pero se llevaron una dolorosa derrota más.


Pasaron 18 años para que Browns lograra regresar al play off, en ese tiempo tuvieron años desastrosos donde recurrentemente fueron el peor equipo de la NFL, y tocaron fondo en el 2016 cuando solamente lograron una victoria, y en el 2017 cuando acabaron sin triunfos, convirtiéndose en uno de los pocos equipos en la historia con esta infame marca; también entre esos dos años, tuvieron la racha más larga en la historia de la NFL sin ningún juego ganado. Inclusive, en la misma ciudad de Cleveland dicen con tono de burla, que son el tercer mejor equipo de Ohio, atrás de los “Buck Eyes” de la Universidad Estatal de Ohio y de los Cincinnati Bengals. En el 2020 regresaron al play off y vencieron a los odiados Steelers en el Juego Divisional, pero los Kansas City Chiefs los derrotaron en un polémico encuentro.


En todos estos años de la nueva franquicia se han dado cualquier cantidad de situaciones, desfile de jugadores que supuestamente están destinados a salvar al equipo y fracasan, de coaches que no logran sus objetivos y un largo etcétera, pero hay una anécdota que sobresale de lo demás. Fue el 16 de diciembre del 2001 cuando los Browns buscaban llegar al play off y se enfrentaron a los Jacksonville Jaguars, el partido iba 15 a 10 a favor de los de Florida cuando los árbitros tuvieron una decisión muy polémica al revisar una jugada que por reglamento ya no debió ser revisada, le quitaron la recepción a los Browns y con eso marcaron la derrota de Cleveland. La reacción del público no se dejó esperar y comenzaron a arrojar botellas, latas y hasta botes de basura al campo, los árbitros y jugadores debieron entrar corriendo a los vestidores para salvarse de ser golpeados por estos objetos y el partido se suspendió por varios minutos. La NFL llamó a los árbitros y los obligó a regresar al campo a terminar el partido que se dio con el campo lleno de basura y solo para que Jaguars pusiera una rodilla en el césped y dejar correr el reloj. Ese día se conoce como el “Bottlegate” o “The Beer Bottle Game”.


Mientras los Browns pasaban estas peripecias, los Ravens han logrado llegar y ganar dos Super Bowls y se han convertido en una de las mejores franquicias de este siglo; son contendientes recurrentes año tras año en el play off y han construido una dinastía que incluye una de las mejores defensivas de la historia con jugadores espectaculares como Ray Lewis, Ed Reed o actualmente con su quarterback Lamar Jackson; tal parece que la franquicia de Modell logró sus mejores años al mudarse de Cleveland a Baltimore.


Misma situación con Bengals que, aunque no han ganado un Super Bowl, al menos lo han jugado un par de ocasiones. De tal manera que tanto el equipo de Paul Brown como el de Art Modell han triunfado después de “divorciarse” de esta ciudad. Con algunos jugadores se ha dado el mismo caso, siendo los más notorios el del running back Earnest Byner que soltó el balón en la yarda 1 contra Denver y después fue pieza clave para que Redskins ganara el Super Bowl; u Ozzie Newsome que fue uno de los mejores jugadores de Browns en la década de los ochenta y después consiguió el Super Bowl siendo parte de la directiva de Ravens a inicios del Siglo XXI.



Si bien los Cleveland Browns fueron una de las franquicias más ganadoras en los cincuenta y sesenta, eso se dio antes de la era del Super Bowl, sus grandes años se adelantaron un poco a la modernización de la NFL y ya en la era moderna, han quedado fuera de la carrera hacia el campeonato por jugadas como el “Red Right 88”, “The Drive” o “The Fumble”. Todas ellas han sido derrotas dolorosas y que han marcado al equipo, aún así, veremos si en el futuro logran finalmente llegar y ganar un Super Bowl. Por lo mientras, los invitamos al siguiente episodio de Cleveland, pero ahora dedicado a los Cavaliers a través de la página de “Basquetboleros”. Hasta la próxima.







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